MAESTRÍA. María José Franco, ante sus alumnas. / F. JIMÉNEZ
Cultura

El éxito del I Curso de Flamenco en Verano predice un nuevo festival

La entrega de diplomas y la posterior gala, con Juan Ogalla como invitado, puso ayer el cierre a la brillante iniciativa docente y artística de la bailaora María José Franco

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El I Curso de Flamenco en Verano (denominado Cádiz, arte y mar) organizado e impartido por María José Franco en el Centro Municipal de Arte Flamenco La Merced, se clausuró ayer con el bailaor Juan Ogalla como invitado de la gala de cierre. El curso ha tenido una gran acogida, tanto por parte de los gaditanos amantes del flamenco como de extranjeros que vienen de distintos lugares del mundo: Argentina, Austria, Barcelona o Madrid, y persiguen las enseñanzas de esta gran artista allí a donde va. El éxito ha sido tal, que María José Franco se ha propuesto crear un nuevo estival de flamenco en Cádiz para el verano de 2009. «No querría que se comparase con el Congreso de Flamenco del año pasado, pues los objetivos son totalmente distintos, a mí me gustaría sacar a las jóvenes promesas, más que a artistas consagrados», afirmó.

Aunque el curso se organizó con algunos riesgos, esta artista, tras ver que todas sus expectativas se han cumplido, no duda en volver a repetirlo, ampliado, el año que viene. Aunque asegura que el curso será más complejo, con actuaciones de más artistas gaditanos como Felipe Scapachini, que en un principio iba a participar este año pero que, por asuntos personales, fue baja.

Paso a paso

La gala de anoche derrochó todo el poderío y sentimiento del flamenco con artistas de la talla de Juan Ogalla, al baile, Luis Moneo, Joselito Anillo y Manuel Tañé, al cante, y Juan Manuel Moneo a la guitarra.

«El Ayuntamiento ha colaborado aportando el centro, personal, iluminación y sonido, pero no se ha encargado de buscar el caché artístico. Por esta razón tuvimos que acudir al gaditano Emilio Aragón, director de la Obra Social de Cajasol» detalló María José Franco como prueba de agradecimiento.

La evolución de algunas alumnas del curso ha sido sorprendente, pues según María José Franco, aunque en un principio les faltaba coordinación y les costaba realizar ciertos movimientos que no conocían, al tercer día, ya los dominaban. «una señora se quedaba atrás en las clases, pero mejoró de tal forma que finalmente ella terminaba superando a sus propias compañeras» contó la bailaora sonriendo.

El arte del flamenco cautiva a todo aquel que da su primer taconeo, eso mismo le ha ocurrido a esta artista. «Para mí el flamenco es una forma de vida, comienza con una bola de conocimientos hasta llegar a crear mis propios bailes. ¿Si yo no bailara qué haría? Creo que no sabría hacer otra cosa. Me pesa ha-cer la maleta, una y otra vez, pero cuando estoy en casa, el techo se me cae encima, necesito salir» explica María José Franco.