Artículos

Montilla advierte

Dice Montilla que las relaciones entre Cataluña y España dependen de la mayor o menor atención que ésta le presta a aquélla y que un trato considerado perjudicial por los catalanes terminará provocando la desafección de éstos respecto a lo que llaman «el Estado español». Al hablar en estos términos Montilla amenaza de alguna manera con la independencia El chantaje de Montilla es más sofisticado. Ese sería el lenguaje de Carod Rovira. El socialista lo plantea como un plano inclinado a la peor de las soluciones.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Como algo que habría que evitar. Es un chantajista fino.

La financiación de las autonomías está presidida por este tipo de amenazas que sólo Cataluña está en condiciones de llevar a cabo ya que el País Vasco goza del privilegio que representan los conciertos económicos. La humillación y la desigualdad de trato afectan al resto de las comunidades. Si acaso éstas podrán influir en el Gobierno a través del partido que esté, en esos momentos, en el Gobierno Central.

El reparto de los dineros públicos ha sido siempre la clave de los movimientos regionalistas primero y de los nacionalismos después. La defensa de sus señas identitarias y, como parte de ésta, de una lengua 'propia' fue, en realidad, la justificación que suponía el ventajismo económico respecto a otras regiones. El catalanismo del XIX y comienzos del XX tuvo como razón de ser última el proteccionismo de la industria catalana. Con Franco Cataluña no necesitó argumentos culturales e históricos para defender el privilegio. Como tampoco el País Vasco o Navarra. Hoy el Estatut catalán entero es el resultado de una política de chantaje. La compensación por la desafección en el pasado y el instrumento contra la del futuro.

El hecho diferencial de Cataluña ha consistido siempre en esta capacidad para llevar a cabo institucionalmente una situación privilegiada. ¿Es irreversible, entonces, la dinámica que recuerda Montilla? A mi entender hay que responder afirmativamente ya que, aparte de los inmensos recursos que proporciona el Estatut a la Generalidad, el propio Partido Socialista Catalán puede llegar a independizarse del PSOE como grupo parlamentario.