El nuevo Jefe del Estado Mayor intentará el cambio en el Ejército que pide «la vertiginosa sociedad»

La nueva cúpula de Defensa ha tomado posesión oficialmente en el patio del ministerio correspondiente, y el nuevo Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general del Aire José Julio Rodríguez Fernández, ha prometido actuar con "lealtad", "coherencia" y "liderazgo" para seguir llevando a cabo el proceso de modernización de las Fuerzas Armadas. No en vano, según ha señalado, hace falta un cambio: "El que nos pide la vertiginosa sociedad" que rodea al Ejército y a la que éste sirve.

La ministra Carme Chacón ha presidido el acto del relevo, tanto del JEMAD como la entrada de los generales Fulgencio Coll y José Jiménez y el almirante Manuel Rebollo, que se convierten en jefes de los Ejércitos de Tierra, de Aire y de la Armada, respectivamente.

También han tomado parte en el acontecimiento los dirigentes castrenses salientes, y altos cargos del Estado, como el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, y el jefe de gabinete de la presidencia de Gobierno, José Enrique Serrano.

Chacón le ha encargado a Rodríguez Fernández el reto de "avanzar en la integración de los Ejércitos, de apostar por la innovación y de reafirmar el compromiso con la paz y la legalidad internacionales". La ministra le ha querido recordar a la nueva cúpula militar que es "el espejo donde todos los militares se van a mirar" y confió en que desarrollen su misión a la "altura" de las Fuerzas Armadas.

"Trabajo en equipo"

Rodríguez Fernández asegura que confía "en el trabajo en equipo", también que va a impulsar la austeridad, y habla además de intentar ser digno sucesor de sus predecesores en el cargo. Es un hombre de alta preparación técnica y una notable experiencia en estudios internacionales, es decir un perfil que se ajusta al que la ministra quiere implantar en el mando máximo de los tres Ejércitos.

Chacón ha destacado la "espléndida preparación" del nuevo JEMAD, que ha hecho extensiva a todos los generales y almirantes, lo que -ha confesado- no hizo sencilla la elección.

El general, de 60 años y hasta ahora director general de Armamento y Material, ha optado por la fórmula de la promesa del cargo, frente a la jura que realizaron los demás nuevos mandos. Ha asegurado que su nombramiento representa un "tremendo orgullo" y "una gran satisfacción", y ha garantizado su "lealtad y entrega a superiores y subordinados".