Jerez

Un día para el olvido

El desagradable episodio en el que se vieron implicados el director del IES Caballero Bonald, el padre de un alumno que es agente de policía y otro ex estudiante del centro ocurrió el 7 de septiembre de 2007. La versión de los dos primeros implicados dista mucho de la facilitada por los padres del joven acusado, que se encuentra en un centro en régimen semiabierto por orden judicial.

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Como explicó en su momento el director, Carlos Suárez, «cuando el chaval comenzó a ponerse violento, varios compañeros y yo estábamos en la puerta conversando. En un instante se acercó con insultos y amenazas. En poco minutos comenzó a dar empujones, cabezazos, puñetazos a las vallas del instituto y a poner su puño en mi cara».

Fue en ese momento, según Suárez, cuando intervino el agente, que se encontraba en el instituto cuando sucedieron los hechos. «Su propia novia -alumna del centro- intentó tranquilizarlo, pero incluso a ella llegó a lastimarla. Afortunadamente, apareció uno de los padres que en esos momentos estaba matriculando a su hijo en el centro y que es agente de la Policía Nacional. Tras intentar calmar al chaval y solicitarle la documentación, se produjo un enfrentamiento entre ambos. Después de varios minutos de tensión, este señor consiguió reducir al agresor, quien en ningún momento dejó de amenazarme e insultarme».

La Policía se presentó en el centro, tras haber sido solicitada su presencia en reiteradas ocasiones a través de llamadas telefónicas efectuadas por el resto de los profesores. «En el momento en el que llegaron la patrullas yo entré en las instalaciones del instituto -contó el perjudicado-. Estaba muy nervioso, me dolía el pecho... Tuve una crisis de ansiedad. Aún hoy estoy con calmantes para controlar los nervios».

De hecho, Suárez se trasladó de inmediato a un centro de salud y a la Comisaría, donde interpuso la correspondiente denuncia por los hechos ocurridos.