Cartas

Las calles de Cádiz

No, no se trata del magnífico espectáculo que presentó por toda España Doña Concha Piquer y que llevaba en su elenco de artistas al gran Pericón de Cádiz.

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Las calles de Cádiz a las que yo me refiero son las actuales, con los nombres que la historia les ha puesto, en las hemos convivido sin problemas de domicilios fiscales. Es ahora cuando alguien quiere proponer que se les cambie el nombre a las calles que no le gustan. O para ser exactos, los nombres que no les gustan a los comunistas.

Estos señores nos quieren complicar la vida cambiando bastantes nombres de calles. Por lo visto no han pensado en los problemas que ocasionaría a los vecinos. Empezando por el DNI, que no sería correcto. Arreglarlo nos costaría dinero. Luego teniendo que escribir y telefonear a toda los familiares distantes y amigos de todos los miembros de la familia, para informarles del cambio de domicilio. También nos costaría dinero. Los que tenemos folios con membrete tendríamos que comprar otros nuevos. También nos costaría dinero. Las tarjetas de visita lo mismo, más dinero. Los anuncios comerciales de esas calles tampoco servirían y así sucesivamente, todos serían problemas y prejuicios. Y sólo por darle el gusto a los comunistas. ¿No tienen bastante con la ley histórica, que ha costado tantos disgustos? A ver cuando empiezan a pensar de forma constructiva y se dejan de tantos odios y rencores que no tienen ya sentido alguno. La historia está ahí y no la van a cambiar con esas memeces. También quieren que desaparezcan todas las fotos de Franco como si no hubieran existido, ¿ilusos! Por esa regla de tres los filatélicos tendríamos que tirar muchos sellos a la basura, que también nos costaron mucho dinero. Los numismáticos lo mismo. Toda moneda que tenga la cara de Franco, a la basura. Por eso no me extraña que a los comunistas no los voten ni sus familias. Deberían dedicarse a otras cosas más productivas como, por ejemplo, a adquirir un poco de cultura general porque en la política no tienen ningún porvenir. Están pasados de moda, de fecha, de velocidad y de todo. Y que no olviden rechazar la paga del 18 de julio. Porque la llamen como la llamen, la instituyó Franco y nos guste o no, a él se la debemos. Pero creo que ahí todos ponen la mano para trincarla. Qué bien.

José Luis Villar Marmolejo. Cádiz