AL FRENTE. Barack Obama gesticula durante un encuentro, ayer, con sus seguidores en la ciudad de Powder Springs. / AP
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Obama y McCain cortejan a la jugosa comunidad latina estadounidense

Los hispanos se han convertido en el segmento social con mayor crecimiento dentro de EEUU, por lo que tanto Barack Obama como su homólogo republicano, John McCain, se han propuesto encandilar a este importante puñado de votantes, tradicionalmente demócratas. Ambos candidatos presidenciales se dejaron caer por Washington para hablar ante una de las organizaciones latinoamericanas más influyentes del país.

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Tanto Obama como McCain comparecieron ante la Liga de los Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés), que representa a buena parte de los hispanos con derecho a voto que viven en EE.UU.

En el caso de Obama, su intento por hacer furor entre estos ciudadanos quedó frustrado durante las primarias, ya que era uno de los pilares de la ex candidata Hillary Clinton. Ahora ha traducido su eslogan de campaña, «Sí, podemos», al español. Con la ex primera dama fuera de juego, Obama ha puesto su empeño en hacer llegar su mensaje a los hispanos.

Por su parte, McCain ha preferido centrarse en los cubanoamericanos, que son un suculento porcentaje de votos en el estado de Florida, una de las regiones clave para hacerse con la Casa Blanca. Hasta la fecha, los latinos han favorecido a los demócratas, pero sus inclinaciones suelen variar con frecuencia. De hecho, durante las pasadas elecciones, el actual presidente del país, George Bush, consiguió el respaldo del 44% de los votos hispanos.

De momento, las encuestas apuntan al candidato demócrata con una ventaja de dos votos a uno frente al republicano.

Esta ligera ventaja reside en los cambios de posición que el republicano está sufriendo últimamente. McCain ha defendido, frente al ala conservadora del partido, un camino a la ciudadanía de aquellos inmigrantes ilegales en el país. Sin embargo, durante las últimas semanas, McCain ha hecho hincapié en la importancia de endurecer las medidas de seguridad en la frontera con México, algo que ha atraído a los votantes radicales pero ha espantado en cierta forma al voto latino.

«Muchos otros colegas de partido y yo hemos intentado aprobar una legislación lógica para arreglar los problemas fronterizos... Debemos probar a los estadounidenses que es posible asegurar nuestras fronteras para respetar las dignidad y derechos de los residentes legales en el país», explicó McCain. El voto hispano sólo supone el 9% del electorado, según el Pew Hispanic Center, pero en estados como Nuevo México, Florida o Colorado se lleva el 37, 14 y 12%.