Restauración de la imagen de la Virgen del Carmen

La talla se encuentra en un estado de conservación bastante bueno, no parece tener ataque de xilófagos ni aperturas o movimientos de ensambles. Lo único de destacar son las encarnaduras tanto de la Virgen como del Niño, donde se aprecia a simple vista, que han sido frotadas con algún abrasivo, seguramente con el fin de limpiar la pátina, eliminando así en bastantes zonas el barniz protector que el restaurador anterior utilizó, dejando manchas y desconchones en los rostros y manos. Asimismo, la Virgen ha perdido parte de las cejas por la abrasión y trozos de las pestañas de pelo natural. Proceso de restauración La restauración será realizada por el imaginero gaditano Luís González Rey y comenzará por una limpieza general, eliminándose el polvo y la suciedad acumulados por la antigüedad, pero manteniendo la pátina que le dio el restaurador anterior en las ropas. Se eliminarán los restos de barniz que quedan en las zonas de carne, ya que la laca se había oscurecido con el paso del tiempo, se reintegrarán las zonas perdidas de la cejas, siguiendo la forma primitiva, y las lagunas que presente la policromía, solo en el caso que ésta estuviera más deteriorada de lo que a simple vista se observa. Las partes de carne serán de nuevo policromadas, siguiendo la forma y los tonos de la actual y en vez de barniz, la carne se patinarán a la cera. Por último, se colocará a la Virgen un nuevo juego de pestañas de pelo natural.