La ex candidata presidencial Ingrid Betancourt se muestra sonriente durante la entrevista que ha concedido a Efe en un hotel de París. /EFE
una semana después de su rescate

Betancourt pide a Uribe que abra las puertas a quienes quieren ayudar a liberar a los rehenes de las FARC

La política quiere mediar entre el presidente colombiano y Chávez, para "restablecer la amistad y la confianza" entre ambos

PARÍS Actualizado: Guardar
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Ingrid Betancourt no ha parado ni un momento desde que fue rescatada hace una semana. La ex candidata presidencial ha instado hoy a las autoridades colombianas a recapacitar y aceptar ayuda para lograr la liberación de los rehenes en manos de las FARC en la selva. "El problema de los secuestrados en Colombia necesita el trabajo de mucha gente. Creo que una sola persona no lo puede lograr", ha afirmado en alusión al presidente colombiano, Álvaro Uribe.

El Gobierno colombiano hizo saber ayer que ya no tenía "confianza" en los emisarios europeos y que iba a intentar establecer un contacto directo con las FARC. El alto comisionado colombiano para la paz, Luis Carlos Restrepo, argumentó que "hablar hoy de un acuerdo humanitario como de una primera etapa antes de la paz ya no tiene sentido", en referencia a la misión de los emisarios francés y suizo que actúan en nombre de Francia, España y Suiza, que llevan años tratando de fomentar negociaciones entre el Gobierno y las FARC.

"El problema de los secuestrados colombianos es un problema que ha tocado el corazón del mundo. No podemos cerrarles las puertas a aquellos que quieren ayudarnos. Al contrario. Creo que todo aquél que quiera aportar para que estas personas que siguen en la selva vuelvan tiene que ser bienvenido en nuestro país", ha insistido Betancourt.

La ex candidata a la Presidencia de Colombia, que también tiene la nacionalidad francesa, fue liberada junto a otros 14 rehenes de las FARC el pasado día 2 en una operación del Ejército colombiano. "Para mí seria muy doloroso pensar que sólo porque yo tenía pasaporte francés se le permitió a Francia actuar", ha afirmado Betancourt, para quien Francia, porque "supo mover el corazón del mundo", se ha ganado "el derecho a apoyarnos y seguir acompañándonos a los colombianos en esta tragedia que tiene que terminar pronto".

Quiere "establecer la amistad" entre Uribe y Chávez

Si bien la "extraordinaria" operación militar colombiana "nos hace sentir que lo podemos todo", precisamente en esta victoria "tenemos que tener la humildad de aceptar que necesitamos ayuda para completar el proceso y obtener la liberación de los demás" rehenes, ha argumentado. Betancourt, que se ha declarado dispuesta a mediar entre Uribe y el presidente venezolano, Hugo Chávez, para "restablecer la amistad y la confianza" entre ambos y tratar de resolver el problema de los rehenes, "sueña" con que los dos "se vuelvan a abrazar".

Uribe canceló la mediación de Chávez el pasado noviembre. A comienzos de año, las FARC liberaron unilateralmente a seis rehenes, como "desagravio" a Chávez. Las relaciones se deterioraron aún más tras la operación militar colombiana en Ecuador en la que murió el 'número dos' de las FARC, Raúl Reyes, y que llevó a Quito a romper relaciones con Bogotá.

Chávez, "por el motivo que sea, logra hablarles a las FARC y hacerse oír" y, para "los soldados rasos" de la guerrilla "es un dios", ha explicado Betancourt. Cuenta que los guerrilleros se sintieron "prácticamente traicionados" cuando Chávez afirmó que utilizar las armas para llegar al poder "ya no tenía uso en América Latina" y debían buscar un "escenario político".

Al aplaudir esas palabras, Ingrid Betancourt ha dejado claro que quienes tienen "sensibilidades ideológicas parecidas con las FARC tienen la obligación moral con Colombia y el mundo entero" de hacerles entender que "la vida democrática es el camino" y que derramar sangre y sembrar "el pavor" entre los colombianos "no es el camino para cambiar los problemas" del país.

Se plantea presentarse a las elecciones

Preguntada si piensa ir a Caracas, Quito o España, ha explicado que quisiera ir "a todos lados", a ver a Chávez, Rafael Correa, Luis Inácio Lula da Silva, Michele Bachelet, Cristina Fernández y José Luis Rodríguez Zapatero. De nuestro país ha afirmado que por su peso "específico" para los latinoamericanos -"somos de la familia"-, y por haber mantenido relaciones de "manera muy cercana" con Uribe, es "muy importante que siga participando" en los esfuerzos por los rehenes.

Ha recordado que los familiares de los secuestrados le dijeron, antes de que volara a París dos días después de su liberación, que "no les fuéramos a abandonar". El próximo día 20, día de la marcha en Bogotá por la liberación de los rehenes, ella estará marchando en la capital francesa, pero en "una unión de fraternidad", gracias a un enlace por satélite. Está convencida de que sus compatriotas han entendido que viajara tan rápidamente a Francia para estar con su familia y "dar testimonio" de lo que viven los rehenes.

Preguntada por sus planes políticos, ha comentado que "en un momento dado pensé que ser presidente de Colombia era una excelente manera de servir. De pronto hoy en día no tengo tanto entusiasmo para ocupar ese cargo, porque pienso que hay otras maneras de servir", aunque tampoco quiere cerrar esa puerta.