EN ACCIÓN. Dos cazadores ojean el paisaje antes de disparar sus escopetas. / LA VOZ
Sierra

Dos detenidos más por la falsificación de certificados para futuros cazadores

La Guardia Civil sigue investigando las acreditaciones que firmó el médico imputado para aspirantes a obtener una licencia de armas

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La Guardia Civil ha detenido a dos personas más implicadas en la trama recientemente desmantelada que emitía certificados médicos falsos a futuros cazadores. Se trata de un hombre, cuyas iniciales son A. A. P., y una mujer, G. R. G. Como ya confirmaron fuentes del caso, la investigación permanece abierta y los agentes tenían previsto nuevos arrestos desde que el jueves se divulgara la imputación de las primeras 16 personas que fueron apresadas. Todas ellas quedaron a disposición del juzgado nº 3 de Sanlúcar.

Este periódico supo que A. A. P. podría ser la persona que sirvió de enlace entre el médico detenido y los clientes de la trama, que son vecinos de Trebujena. Este hombre trabaja en una autoescuela y sería el que supuestamente entregaba al facultativo la documentación de los aspirantes para que les diera el visto bueno a unos reconocimientos que nunca pasaban. Esa prueba, que mide las aptitudes psíquicas y físicas de la persona que opta a conseguir un permiso para tener un arma de fuego, es uno de los requisitos previos que exige la ley como garantía de que el futuro cazador está en condiciones de manipular un instrumento peligroso. En este caso, se falseaba la documentación para hacer creer que los clientes habían sido explorados.

Otro médico

Por su parte, G. R. G. podría ser otra médico-psicólogo que hubiera firmado certificados como su compañero. Aunque estos detalles de la investigación no han sido confirmados por fuentes oficiales del Instituto Armado.

Los responsables de la trama, según ha comprobado el equipo de Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz, cobraban entre 120 y 180 euros por cada reconocimiento ficticio, cuando su precio real es de 30 euros. Los agentes están en estos momentos indagando en los certificados que emitió el primer facultativo arrestado y su compañera para conocer el volumen exacto de la estafa, ya que sospechan que el número de clientes puede ser muy elevado. Ambos profesionales médicos trabajan para una misma clínica jerezana, que desconocía el negocio ilícito que estaban desarrollando sus empleados.

Los 16 primeros arrestados quedaron en libertad con cargos. A los que pagaron por el certificado les imputan un delito de estafa, mientras que al médico, Ernesto R. D. C., otro de falsedad documental. Los últimos detenidos pasarán a disposición judicial en las próximas horas.

stubio@lavozdigital.es