CONVENCIDO. El presidente polaco, Lech Kaczynski. / AP
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Polonia se retracta y afirma que no será un obstáculo al Tratado de Lisboa

El presidente Kaczynski cambia de postura pocos días después de anunciar el bloqueo de la ratificación del texto

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La amenaza que Polonia había proyectado sobre el Tratado de Lisboa se diluyó ayer tras el anuncio del euroescépctico Lech Kaczynski, de que su país «no será un obstáculo» en la ratificación del documento. El jefe de Estado polaco comunicó su cambio de postura a su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, en una conversación telefónica. El contacto entre los dos jefes de Estado se centró «esencialmente» en el Tratado de Lisboa, indicó la Presidencia de la República en un comunicado. Sarkozy recordó que «el Tratado había sido negociado por el propio presidente Kaczynski» y que Varsovia se había comprometido a ratificarlo, según el Elíseo. Los dos presidentes, por otra parte, se alegraron de tener la ocasión de reunirse el próximo día 13, con motivo de la cumbre de París para el Mediterráneo, agrega la nota.

El Parlamento polaco aprobó en abril la ratificación del Tratado de Lisboa, pero en virtud de la Constitución de ese país el presidente es quien debe ratificar los tratados en última instancia. El pasado día 1, Kaczynski lanzó un auténtico golpe de mano al comentar en un diario polaco que el Tratado de Lisboa ya «no tiene sentido» después de la negativa irlandesa en el referéndum celebrado el pasado 12 de junio y que no iba a respaldarlo por el momento.

Sarkozy, que asumía ese día la presidencia semestral de la UE, dijo que no podía imaginar que Kaczynski, «que firmó el documento en Bruselas y en Lisboa pueda poner en entredicho su propia firma», y dijo no tener duda de que el mandatario polaco, que «nunca ha traicionado su palabra», cumplirá el compromiso que rubricó ante sus 26 socios de la Unión Europea.

No a la oferta de EE UU

El Gobierno de Polonia ha rechazado la propuesta de Estados Unidos para que incremente sus defensas aéreas a cambio de la instalación de un escudo antimisiles en territorio polaco, pero sigue abierto a nuevas negociaciones al respecto. «La oferta de Washington ha sido hasta ahora insuficiente, porque no garantiza nuestra seguridad si nos convertimos en sede de su sistema balístico», explicó el primer ministro, Donald Tusk, en rueda de prensa, en la que lamentó la falta de acuerdo, tras un año de negociaciones.