MOLESTIAS. Los vecinos temen que aumenten los altercados en la zona tras los sucedido hace varios días. / CRISTÓBAL
Jerez

Una casa de citas camuflada pone en pie de guerra a los vecinos de Palos Blancos

Las molestias a los residentes de esta zona han aumentado los últimos dos meses Aseguran que el inmueble es de VPO, por lo que «no puede ser alquilado»

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Sábado a las tres de la madruga. Los vecinos de la urbanización Camino de Espera Primera Fase y viviendas aledañas se levantan sobresaltados de sus camas tras oír gritos que procedían de una de las calles ubicadas cerca de estas casas. Tras el susto inicial, muchos deciden salir de sus viviendas para comprobar qué es lo que está sucediendo mientras que agentes de la Policía Nacional, Local y miembros del Cuerpo de Bomberos se personaron en la zona. Un hombre de mediana edad, en paños menores, salta de tejado en tejado, huyendo de alguien o algo que los allí presentes no llegaron a entender.

Entre la expectación, el malestar y alguna que otra sonrisa -al ser testigos de una situación tan surrealista- los cuerpos de seguridad intentaban hacer bajar al hombre que durante más de media hora tuvo en jaque a todo un barrio.

Una vez que consiguieron reducirlo y llevárselo, muchos de los vecinos confirmaron sus sospechas: en una de las viviendas de la zona «hay una casa de citas camuflada», como indicaron a este medio. Este dato, que ya conocían los habitantes de los inmuebles colindantes, no sorprendió a nadie, y es que «desde hace más de dos meses se ve entrar con demasiada frecuencia a muchos hombres. Es más, se han dado casos en los que han llamado a las puertas de otras unifamiliares, bien entrada la noche, solicitando determinados servicios», explican los residentes en Palos Blancos.

Además de ello, «lo que nos preocupa es que el tener un prostíbulo tan cerca traiga determinados problemas a la zona», por ello desde la comunidad de propietarios afectada no han dudado en ponerse en contacto con el dueño de esta vivienda. «Hemos hablado con él, ya que estas casas son de VPO y, según la normativa vigente, no pueden ser alquiladas. El propietario nos insiste en que no hay ninguna casa de citas en ella y que tampoco está alquilada sino cedida a unos amigos, pero la realidad parece ser bien distinta», insisten desde este área de la ciudad.

Han tomado esta medida «después de haber mantenido una asamblea de propietarios y asesorarnos. Somos conscientes de que no hay una fórmula legal para impedir que se lleve a cabo esta actividad en la casa, pero haremos lo que esté en nuestra mano para solventar este problema que ya comienza a notarse en el barrio».

Aunque reconocen que en los últimos días la actividad parece haber bajado de forma importante en la casa de citas -especialmente desde el altercado-, «tememos que esto se repita o que ocurra algo peor».