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TAJANTE. Fernández de la Vega comparece ante los medios. / I. GIL
ANDALUCÍA

El Gobierno exige que se depuren responsabilidades «hasta el final»

La vicepresidenta circunscribe el asunto al ámbito judicial y descarta reformas legales como respuesta

PAULA DE LAS HERAS
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El Gobierno exigirá responsabilidades «hasta el final» por el «error judicial» que dejó en la calle a Santiago del Valle, el presunto asesino de la niña Mari Luz Cortés sobre el que ya pesaban dos condenas firmes por abusos sexuales. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, advirtió sin embargo de que no se pondrán en marcha reformas judiciales inmediatas para prevenir que sucesos dramáticos de esta índole vuelvan a producirse. A su juicio, el Estado de Derecho dispone ya de los «mecanismos suficientes» para que un pederasta no pueda campar a sus anchas. «Lo importante -adujo- es que hagamos que el sistema funcione, porque el país no se puede permitir estos fallos».

La fe de la número dos del Ejecutivo en el actual entramado legal no es compartida, sin embargo, por el portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Enrique López, quien pese a admitir que 2ste es «el típico caso desgraciado que podría haberse evitado con la mera adopción de unas medidas mínimas», reclamó la apertura de un debate sobre la cadena perpetua con revisiones judiciales periódicas así como la aplicación de «medidas de seguridad» que permitan controlar a los condenados cuando ya hayan abandonado la prisión. Además, se mostró partidario, en distintos medios, de crear un registro específico con la identidad de quienes perpetran abusos a menores similar al que ya existe para proteger a las mujeres víctimas de la violencia machista.

Según fuentes gubernamentales, José Luis Rodríguez Zapatero ha solicitado información tanto al ministro del Interior y máximo responsable de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Alfredo Pérez Rubalcaba, como al titular de Justicia, Mariano Fernández Bermejo.

La cosa no pasará de ahí. La número dos del Ejecutivo evitó hablar de responsabilidades políticas y descartó que lo ocurrido, pese a ser «muy grave», vaya a afectar a la composición del futuro Gobierno y, más concretamente, a la continuidad de Bermejo al frente de sus actuales responsabilidades. «Vamos a situar el tema donde hoy está», reclamó.