La confusión de los tiempos
Actualizado:esde antes de noviembre estamos en la campaña de Navidad. Las luces, los adornos, los regalos, las compras, ya están listas. Cuando entremos de verdad en la Navidad tendremos casi descontado el Carnaval. Más que nunca es posible que las fotos de las ninfas antecedan a los belenes y quizá la gente se siga bañando como si fuera agosto. Sobre todos los tiempos, locos y leves como «mariposillas de marzo», planea precisamente el horizonte de este mes, o mejor del 9 de marzo, con la doble convocatoria electoral que tiene la actividad política al tiempo ralentizada y enfebrecida, parada en lo que es gestión y disparada en las apariciones públicas, las propuestas... Lo que me temo es que nos ocurra como al escribidor de La Tía Julia y el escribidor y terminemos mezclando los argumentos.