MARCHA. Arturo Baldasano compareció en rueda de prensa con el grueso del Consejo de Administración. / ÓSCAR CHAMORRO
Cádiz C.F.

Baldasano abandona el Cádiz tras asegurar que está en «quiebra técnica»

Tras la Auditoria, se siente «engañado» pues las cuentas no se ajustan a la realidad Convoca una Junta de Accionistas el día 15 para elegir a los nuevos consejeros

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Otra vez se rompió la baraja. Arturo Baldasano esperó a la finalización del encuentro ante el Eibar para convocar una rueda de prensa que de nuevo avecinaba tormenta. Citó a todos los empleados del club cadista, además de a los medios de comunicación, y compareció con el grueso de su Consejo de Administración. Su intervención no duró más de cinco minutos, y no puso en práctica el turno de preguntas tras la finalización del discurso dejando muchas cuestiones en el aire.

El presidente comunicaba sus motivos y su propósitos. El pasado viernes tomó la decisión y no ha habido marcha atrás después de reunirse con sus directivos. «Comparezco para informar de las decisiones adoptadas por el Consejo. Hace cuatro meses llegué a un acuerdo con el señor Muñoz para adquirir la mayoría de las acciones del club y asumí la gestión para planificar la temporada. Desde el momento en que entramos, hemos ido descubriendo gravísimas irregularidades en las cuentas. El auditor (el concejal de Economía de El Puerto, David Paez), designado por Antonio Muñoz, ha reconocido ahora que el club tiene un patrimonio neto negativo y que las cuentas de la sociedad no reflejaban la realidad».

El abogado gaditano puso en alarma a todo el cadismo tras pronunciar las siguientes palabras. «El club está en situación de quiebra técnica», (o, lo que es lo mismo, el patrimonio neto está por debajo del 50% del capital social).

También pone de manifiesto «otras irregularidades de otra naturaleza» que prefiere no desvelar hasta conocer el resultado final de la auditoría.

«He sido engañado, y también el Cádiz, que sale perjudicado. Pero el Consejo no puede seguir gestionando este club, siendo corresponsable de estas irregularidades. En los últimos días, hemos remitido al señor Muñoz la gestión del club pero se ha negado a asumirla. Por eso convocamos la Junta general de accionistas para el 15 de noviembre, y que se elija un nuevo consejo».

Por último, asegura que «para no perjudicar al club», se mantendrá en su cargo «realizando los actos de gestión que resulten imprescindibles». Y finaliza con una afirmación tajante. «Víctimas de lo expuesto, he tomado la decisión irrevocable de dar por finalizada mi etapa en el club, y confiar en que la afición, el gran patrimonio de esta entidad, sabrá entender las razones».

En resumidas cuentas, la Auditoría encargada por Baldasano para conocer las cuentas del club ha dado con un agujero de más de diez millones de euros, según ha podido conocer LA VOZ. Una deuda no reflejada y que no pueden asumir los nuevos gestores.

El nuevo propietario sólo le ha pagado a Muñoz los 200.000 euros de la señal por la compra de la entidad, pues estaban esperando al resultado de la auditoria. Una vez comprobado el estado precario de las cuentas (siempre según Baldasano), se siente engañado y pide la anulación del contrato al empresario cordobés, que se niega a revocarlo.

Así pues, convoca una Junta General de Accionistas para el 15 de noviembre, donde los dueños de las acciones (el grupo de Muñoz) deberá elegir un nuevo Consejo de Administración que gestione el club. Ha citado a todos en el Hotel Tryp La Caleta a las 11 horas para oficializar la dimisión de los anteriores consejeros y designar a los nuevos.

Hasta ese día, Baldasano y sus hombres se encargarán del trabajo diario «con el fin de evitar mayores perjuicios para la sociedad», tal y como recoge el acta del Consejo reunido ayer mismo horas antes del partido.