Objetivo: Durango

El cuartel de la Guardia Civil y los efectivos de este cuerpo de seguridad en Durango han sufrido un total de diez atentados desde 1978.

El saldo de esta serie atentados perpetrados por ETA es de un agente muerto y otras cuatro personas heridas. Seis de los atentados fueron dirigidos contra el Cuartel y los cuatro restantes contra patrullas o agentes fuera de servicio cuando circulaban por la localidad vizcaína.

El atentado más grave tuvo lugar el 20 de marzo de 1988 cuando miembros de ETA ametrallaron al guardia civil Pedro Ballesteros cuando circulaban en un automóvil con su esposa, María del Carmen López. El agente resultó muerto en el acto y su mujer herida.

El último atentado contra las instalaciones del instituto armado en Durango se produjo hace 17 años.

Al asesinato del agente Pedro Ballesteros y al atentado cometido durante la noche pasada hay que agregar la siguiente lista de acciones terroristas contra la Guardia Civil en Durango:

- 28-12-1990: artificieros de la Guardia Civil hacen explosionar un coche-bomba que había sido estacionado en el arcén de la carretera Durango-Elorrio, a seiscientos metros del cuartel. El vehículo contenía 50 kilos de amosal y 150 de metralla. Estaba preparado para atentar al paso de una patrulla.

- 23-7-1986: atentado frustrado con dos granadas anticarro colocadas en la baca de un coche y preparadas para dispararse contra el cuartel de la Guardia Civil. El vehículo fue localizado a tiempo y los neutralizados.

- 30-3-1984: lanzamiento de tres granadas de carga hueca contra el cuartel de la Guardia Civil, que es posteriormente ametrallado, sin que se produzcan víctimas.

- 9-9-1982: atacado mediante el lanzamiento de granadas el cuartel de la Guardia Civil.

- 20-11-1980: un guardia civil resulta herido al ser ametrallado cuando circulaba con su vehículo.

- 25-11-1980: ametrallado un vehículo de la Guardia Civil sin que se produzcan víctimas. * 11-5-1978: tiroteado el cuartel de la Guardia Civil.

- 24-6-1978: ametrallado el cuartel de la Guardia Civil, sin que se produzcan víctimas.