¡Salude! le están vigilando

Haga la prueba: pasee por la calle mirando hacia arriba, ¿ve ese objetivo que le apunta en la puerta del banco? ¿Y esa cámara colocada en la esquina del Ayuntamiento? ¿O ese artefacto oscuro y semiesférico ubicado en la esquina de la cafetería? Pues, si quiere, puede saludar, porque le están vigilando. Quizás no le haya dado por pensarlo, pero cada día nada más pisar la calle miles de cámaras velan por su seguridad.

Concretamente, en la provincia hay la friolera de 4.773 ficheros de videovigilancia registrados en la Agencia Española de Protección de Datos, a fecha del 1 de agosto de este mismo año. Si la cifra la inquieta, hay más datos dignos de interés: desde 2012 hasta ahora se ha duplicado el número de archivos y han pasado de 2.276 hasta la cifra actual.

Y hay más: la Agencia recalca especialmente que la cifra hace referencia al número de ficheros de videovigilancia y en cada uno de ellos puede haber desde un mínimo de una cámara hasta un número incontable de ellas. Además, a este número de cámaras controladas, se suman las que poseen las fuerzas de seguridad del Estado o las administraciones con otros fines, como el control del tráfico.

Lo cierto es que el interés por controlar los interiores de un edificio o su entorno se ha ido acrecentando en los últimos años, especialmente desde el punto de vista privado. De hecho, eran 2.260 ficheros los instalados en agosto de 2012 en la provincia de Cádiz de carácter privado. Ya en 2013 la cifra ascendió a 3.035 en el mismo mes y en 2014 subió a 3.861 ficheros. Un salto importante ha dado en este mismo año ya que en este agosto la Agencia contaba con 4.746 ficheros registrados en la provincia de Cádiz.

Sin embargo, este ascenso no ha sido proporcional al crecimiento que han experimentado la videovigilancia en las administraciones. En 2012 eran 16 los edificios públicos registrados en los ficheros de la Agencia. Un año después, solo ascendió en un fichero y en 2014 eran 20 los ficheros. Ya en este año eran 27 los conjuntos de cámaras registrados en edificios públicos.

Comunidades de propietarios

La mayor parte de las cámaras de videovigilancia están ligadas a la seguridad privada y son estas empresas las que las gestionan. De hecho, según explican desde la Agencia, el importante incremento se debe al interés de las comunidades de propietarios de vigilar las entradas y zonas comunes de los edificios. De hecho, desde la institución encargada del control de la videovigilancia se aportan datos del incremento nacional en una tendencia que se vive también en la provincia. Así, de los 9.554 ficheros que se registraron en agosto de 2012 de comunidades de propietarios, en agosto de 2015 se pasó a 19.508 en toda España. En cualquier caso, es el comercio el que más tira del incremento de ficheros ya que entre ambos años se ha pasado de los 30.145 ficheros a los 54.652 ficheros en España en la actualidad.

En cualquier caso, pese al incremento, desde la Agencia se deja claro que todos los ficheros que forman parte de la agencia tienen que cumplir una serie de criterios muy claros y estrictos. Persiguen que la información conseguida a través de estos dispositivos vele al máximo por la privacidad de la persona grabada. Por ello, es obligatorio informar al público por medio de cartelería que está siendo grabada y advertir el número de fichero de registro en la Agencia Española de Protección de Datos.

Además, la mayor parte de normas hace especial hincapié en que las cámaras ubicadas en recintos privados no graben espacios públicos, que sean proporcionales a lo que pretenden conseguir (una cámara en un garaje no tiene porqué tener la definición para advertir el interior del coche cercano en la vía pública) o que se informe si se almacenan las grabaciones y éstas se eliminen tras un mes. Requisitos para paliar, al menos en parte, la sensación de control al advertir la presencia de una cámara en nuestra nuca.