Entrevista
Teresa Jiménez-Becerril: «Los señoritos de hoy gobiernan desde hace 40 años»
Esta parlamentaria europea por el PP dedica buena parte de su vida a la defensa de la dignidad de las víctimas del terrorismo
¿Qué es Andalucía para usted?
Es mi tierra, dónde he nacido y donde está mi proyecto de vida. Cuando estoy fuera la siento en mi corazón. Aquí están mi casa y mis raíces. Me siento andaluza.
¿Cómo nos ven a los andaluces desde fuera?
Como sabios que disfrutamos de la vida. Identifican a Andalucía con el sol, con la gente en la calle. No nos ven como vagos, aunque también relacionan el sur con anteponer la diversión al trabajo. Nos tienen cierta envidia porque les gustaría ser como nosotros, pero no se atreven.
¿Existe mucha diferencia entre un andaluz y un centroeuropeo?
Sí. Y también entre un andaluz y un español del norte. Veo una similitud entre andaluces y habitantes de América Latina. Nos entendemos con la mirada. Es una cuestión del sur más que de una región concreta. En Alemania pasa lo mismo con Baviera, donde se vive con más alegría que en otras zonas del norte de ese país.
¿De dónde nace esa diferencia?
De la luz, del clima que nos permite vivir en la calle, donde nos relacionamos sin dificultad. Hablamos con todo el mundo, no como en el Piamonte, donde viví más de diez años: allí la gente vive en el interior de sus casas y se relaciona muy poco.
¿Por qué la derecha no ha gobernado en una comunidad del sur como Andalucía?
Por la herencia de la guerra civil y del latifundismo, del señorito mal entendido. Porque ahora los señoritos son los que gobiernan desde hace cuarenta años. Se identifica a la derecha con valores rancios y con la desigualdad. Si le sumamos las dádivas que reparte el poder, nos encontramos con una estructura impermeable al cambio.
¿Cómo podría llegar al poder la derecha en Andalucía?
Por un hartazgo de la sociedad, a través de una alianza de centro derecha entre PP y Ciudadanos. Eso sucederá cuando la gente se desengañe de ese cuento chino que le adjudica a la derecha el trato preferente a los ricos, y a la izquierda la lucha por los pobres.
¿Cómo analiza la actitud de Andalucía frente al terrorismo?
Ha estado con las víctimas a muerte. Me he sentido muy amparada en mi tierra. De aquí salieron muchos guardias civiles hacia el matadero. Andalucía tiene una conciencia fuerte de apoyo a las víctimas y a la unidad de España.
¿Qué le parece la política antiterrorista del nuevo Gobierno?
Relativiza el terrorismo. No tiene principios, solo responde al pago a sus aliados que les apoyaron: PNV, Bildu y Podemos. El Gobierno no hace una política de empatía con las víctimas.
¿Qué le preocupa más en este sentido?
La velocidad en el acercamiento de los presos. Me da miedo la transferencia de las prisiones, porque los presos pueden salir de la cárcel. Como víctima no estoy tranquila porque no estamos en buenas manos.
¿Qué futuro le espera a Andalucía en la nueva Europa que está por llegar?
Desde que entramos en la Unión, Andalucía tenía un gran futuro. Íbamos a ser la California del sur de Europa. Contábamos con la fuerza de la demografía, con una población joven, con la agricultura y el mar… En cambio, los gobiernos de la Junta no han sabido rentabilizar los fondos que recibimos de Europa.
¿Y cuál es la situación actual?
Ahora hay regiones más pobres. Ya no tendremos los talentos que hemos desperdiciado. El futuro está en nuestra población, pero si continuamos anclados en estas políticas endogámicas no puede haber cambios, porque se sigue haciendo lo mismo que se hacía.
¿Hasta cuándo seguiremos así?
Si seguimos siendo región subdesarrollada no podremos continuar con las mismas medidas de estos últimos 25 años porque no han servido para salir de ahí.
¿Qué le dicen sus colegas europeos sobre todo esto?
Cuando les digo que yo no conozco otro gobierno que el socialista en Andalucía se quedan sorprendidos. ¿Esto qué es? Pues un régimen.
