A la tarta no le falta detalles, la lancha de los narcos, los fardos de droga...
A la tarta no le falta detalles, la lancha de los narcos, los fardos de droga... - ABC
CAMPO DE GIBRALTAR

Así son las tartas de cumpleaños para los hijos de los narcos

Una asociación contra la droga advierte del daño que hacen las películas y las series de los narcotraficantes

SEVILLA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El vídeo tiene ya dos años y aún levanta polvareda en la red. Son los carnavales de San Roque y en una fiesta infantil un niño aparece con una caja de cartón en cada mano a modo de fardo de droga, disfrazado de los pies a la cabeza de narco, todo de negro y con un pasamontañas que imita un traje de neopreno. El resto de los compañeros le anima para que se mueva sigilosamente y no le descubran mientras atraviesa de punta a punta el escenario.

No menos simbólicas son estas dos fotografías de dos tartas de cumpleaños encargadas por los narcotraficantes de La Línea para sus hijos. Están hechas de fondant, una pasta de azúcar a modo de plastilina y de diferentes colores.

No les falta un detalle. Los todo terreno que bajan a la playa para cargar los fardos de hachís, las lanchas semirrígidas con sus potentes motores fuera borda de 300 caballos cada uno que intentan esquivar a los helicópteros y las patrullas de la Guardia Civil.

Otra con motivos de sus fechorías
Otra con motivos de sus fechorías - ABC

Pero el narcotráfico del Estrecho de Gibraltar no es un juego de niños. Por allí entra el 80 por ciento del hachís que se consume en Europa. Se gana mucho dinero en poco tiempo: un piloto experimentado de una «goma», como se las conoce en el argot, puede obtener treinta mil euros en una sola operación; un «punto», los avisadores que con sus móviles de usar y tirar o con los «walkies» avisan de la presencia de policías o guardias civiles, mil.

Muy pocos de los que se dedican al narcotráfico saben parar a tiempo

La otra cara, la más dura, rara vez sale en los medios de comunicación. Muy pocos de los que se dedican al narcotráfico saben parar a tiempo y acaban entre rejas. Según la Delegación del Gobierno en Andalucía se ha incrementado un 33 por ciento las aprehensiones con respecto al año pasado. El último ejemplo de mayo fue la detención de un clan –«Los Castañas»–, compuesto por más de 30 personas entre Marruecos y La Línea que pretendían monopolizar el tráfico de hachís en el Campo de Gibraltar. Tenían 17 inmuebles, muchos cedidos a familias humildes para que les escondieran la «mercancía», antes de sacarla al mercado. Solamente estas «guarderías» están valoradas en tres millones de euros.

Nueva generación que asusta

«Ahora hay una nueva generación de narcotraficantes que dan miedo hasta a los contrabandistas de tabaco, están crecidos porque las mafias, algunas rusas, han vuelto con mucho dinero. Pero estos no arriesgan nada, operan desde la costa del Sol y aquí los utilizan para hacer el trabajo sucio». El que relata esto es un agente del Benemérito Instituto que prefiere por seguridad que su nombre no aparezca. «No se cortan, los narcos de La Línea son unos “canis” que hacen ostentación de riqueza y se pasean en todo terrenos carísimos amenazándonos incluso con que nos conocen», añade este guardia civil.

Francisco Mena, presidente de la coordinadora Alternativas del Campo de Gibraltar, lleva treinta años luchando contra esta lacra. «La droga llama a la droga. Empiezan fumando hachís porque les cuesta poco, pero luego suben un escalón y siguen con la coca y otras sustancias peores, tenemos muchas madres con sus hijos en el cementerio que claman para que esto se acabe, no se puede idealizar el narcotráfico con series ni películas en televisión, hacen mucho daño», concluye.

Ver los comentarios