Susana Díaz agita el fantasma del 2D para advertir a Pedro Sánchez

Coinciden este sábado en un mitin en Sevilla, pero no conocía la fecha del adelanto electoral, que augura una campaña corta por la Semana Santa

Susana Díaz, junto a colectivos en defensa de la Infancia con los que se reunió en el Parlamento andaluz Juan Flores

Stella Benot

La dirección del PSOE andaluz tiene el corazón partido en dos tras conocerse la convocatoria de elecciones generales el 28 de abril . Por un lado, estaban deseando que Pedro Sánchez tuviese que enfrentarse a las urnas. No por ánimo de revancha exactamente (¿o sí?) sino para que comprobase en sus carnes que el fracaso del partido en Andalucía —que ha perdido la Junta tras 36 años de poder— no se debe sólo a una mala gestión de Susana Díaz sino, sobre todo, a factores nacionales. Cómo se ha tratado el independentismo catalán sobre todo — «todo el mundo sabe cómo pienso yo en este asunto», decía ayer la lideresa andaluza —, pero también al cisma real que existe en el PSOE provocado, entre otras muchas cosas, por la animadversión entre Susana y Pedro. Como dato baste que Díaz conoció la fecha de las elecciones como el resto de españoles.

Ha querido el destino que hoy coincidan ambos líderes en la presentación del alcalde de Sevilla Juan Espadas como candidato socialista a las municipales. Será la primera vez que se vean desde la campaña del 2D. Allí Díaz podrá comentar a Sánchez aspectos como la preocupación que hay porque la campaña electoral caiga en una fecha muy complicada para Andalucía —y para toda España en general que se va de vacaciones—. La secretaria general de la federación socialista más importante del PSOE no ha sido consultada sobre la oportunidad de que la pegada de carteles sea el Viernes de Dolores. Aquí se da por perdida la primera semana de campaña. Interferir en la Semana Santa sería un error de bulto que el PSOE andaluz no va a cometer.

«Los que somos cofrades»

Susana Díaz decía ayer, a preguntas de la prensa, «los que somos cofrades tenemos tiempo para las dos cosas; hay que hacerlo compatible». Pero los comentarios entre los socialistas, en tono de broma, son de inquietud. Había quien planteaba grabar una interpretación de la sintonía corporativa del PSOE con una banda de cornetas y tambores o quien sugería que la pegada de carteles podía hacerse en la rampa que se pone cada año en la Plaza del Salvador de Sevilla para que salgan los pasos. Eso por no hablar de las bromas sobre cómo debía ser el cartel electoral, también con tintes cofrades.

Desde Ferraz quitaban hierro al asunto ya que consideran que la fecha puede perjudicar más a los partidos de derecha. «Las elecciones se ganan en una semana», recordaban voces autorizadas próximas a la Dirección Federal.

Susana Díaz no quiere que haya ninguna duda sobre la implicación del PSOE andaluz en la campaña de Pedro Sánchez. Sobre todo porque es del dominio público en el partido que la supervivencia de uno supone el final del otro tras este impass por la doble cita electoral. Si Sánchez logra volver a la Moncloa o mejora ostensiblemente sus resultados aunque no pueda gobernar, Susana Díaz habrá firmado el fin de su vida política porque el siguiente paso del líder del PSOE será «tomar» Andalucía. De hecho, ya ha encargado esa tarea de hacerse con el PSOE andaluz a ciertas personas, fontaneros que trabajan incansablemente aunque sin ruido público por el momento.

Pero si Sánchez pierde, Susana Díaz saldrá reforzada de cara a la pelea interna ya que ella «ha ganado» las elecciones en Andalucía. Será una segunda vida política para la secretaria general andaluza.

Movilización

Por eso ayer lanzaba un mensaje muy claro. «Espero que haya una movilización importante especialmente de quienes se quedaron en su casa el 2D.Que todo el mundo haya tomado nota de lo que pasó el 2 de diciembre, cuando la derecha del PPy Ciudadanos han unido sus votos a la extrema derecha de Vox a la que pretenden blanquea r». «Que haya una importante movilización para que seamos capaces de darle una mayoría socialista a este país que genere estabilidad y que genere seguridad en torno a Pedro Sánchez».

Esta será su línea argumental, y la de sus voceros oficiales a partir de ahora. De hecho, ya empezó este jueves cuando la portavoz del PSOE andaluz, Ángeles Férriz, aseguraba que «apoyarían a Pedro Sánchez con la fecha de las elecciones». Una frase nada gratuita habida cuenta de los miedos que hay en Ferraz por una huelga de brazos caídos en Andalucía.

Muchos entre los cuadros socialistas andaluces consideran que los sanchistas de la comunidad autónoma no se han movilizado lo suficiente en la campaña del 2 de diciembre . No lo dicen abiertamente pero consideran que podían haber evitado, al menos, algunos puntos de abstención. Ahora la tortilla está al revés. Son los sanchistas los que temen que no haya suficiente implicación por parte de los militantes regionales.

Lo más inmediato es la elaboración de las listas electorales, un proceso que —ese sí— tensiona de verdad al partido. Si ya la configuración de la plana para las municipales estaba removiendo las agrupaciones, ahora hay que sumar las candidaturas al Congreso y al Senado, dos destinos muy apetecibles sobre todo para los sanchistas. Este escenario obliga a que los mandos de Ferraz y San Vicente tengan que ponerse de acuerdo . Habrá que pactar cuotas en todas las candidaturas. Enorme tarea.

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