Entrevista

Javier Imbroda: «Las familias deben poder elegir el modelo de Educación que prefieran»

Entrevista con el consejero de Educación de la Junta de Andalucía

Quiere devolver la autoridad a los profesores y pide respeto para lograr un modelo de excelencia educativa Raúl Doblado

Stella Benot

Hace apenas 50 días que dejó de ser «una personal normal» para integrarse en los avatares de la política regional en una tarea que le apasiona, la Educación. Reconoce que todavía le falta información en muchos asuntos y se ha dado de plazo hasta final de curso para recorrerse Andalucía y tener una radiografía clara de la realidad educativa de la comunidad autónoma. También asegura que está dispuesto a abordar cualquier debate.

En su primera intervención en el Parlamento de Andalucía se estrenó pidiendo respeto, el mismo que pedía en sus vestuarios. ¿Le han sorprendido las formas en la Cámara?

Un poco sí. Como ciudadano de a pie que he sido hasta hace dos meses, ya había presenciado en el Congreso determinadas situaciones que de alguna manera sonrojaban a la sociedad. Comunicaciones, discusiones con malas formas, mal tono, mala expresividad, desgraciadamente. Una institución como el Parlamento andaluz debe ser la casa de todos donde el respeto presida las acciones de todo el mundo. El respeto entiende perfectamente lo que es la discrepancia, donde cada uno pueda defender sus ideas y su maneras de ver las cosas. Me ha sorprendido el grupo socialista; me ha llamado mucho la atención. No sé si es el mejor ejemplo que pueda dar el Parlamento a la sociedad. Creo que no.

Ha tenido su primera polémica a cuenta de las oposiciones, ¿cree que hasta ahora la previsión de plazas no se hacía teniendo en cuenta criterios técnicos?

Cuando el PSOE y Adelante Andalucía dicen que esto es una decisión política, contesto que vengo a despolitizar la educación. La Educación ha sufrido demasiado los avatares de la política y ya va siendo hora de que salga de ese debate ideológico. Lo que tiene que haber es un debate de ideas, no ideológico.

¿Cree entonces que hay que despolitizar la Educación?. Hay grupos que consideran que en los centros públicos se da formación sesgada.

No tengo constancia de ello. Tenemos una plantilla de 102.000 profesores, que se haya podido dar algún caso, puede ser. Pero ocurre como con el tema desgraciado de agresiones, son hechos aislados en ese inmenso colectivo. Desde luego es inadmisible que ocurra. Los niños no pueden ser víctimas de determinados sesgos ideológicos que puedan tener algún que otro docente. A los niños hay que desarrollarles el pensamiento crítico para que por sí mismos sean capaces de tomar las decisiones. Eso es un maestro; lo otro no lo es.

Dice que el abandono escolar es la antesala del paro. ¿Qué va a hacer para combatirlo?

No hay una receta mágica sino una serie de acciones que tienen que ir todas encaminadas al mismo objetivo porque no se trata sólo de una medida aislada. Intervienen muchos factores para combatir esa insoportable tasa de abandono escolar. Nada más llegar hemos puesto en marcha un programa de refuerzo educativo estival para los años del riesgo que son 5º y 6º de Primaria y 1º y 2º de Secundaria, ese tramo que todos sabemos y que aún está sin resolver o, al menos, no resuelto del todo, porque es cuándo se produce el fracaso del sistema. Estamos analizando, y con absoluta rigurosidad, cuáles pueden ser las acciones para que nos ayuden a reducir esa lacra. Estamos trabajando y estas medidas de refuerzo educativo lo que trata es de enviar un mensaje. ¿Este programa va a a resolver el problema del abandono escolar? Evidentemente, no. Lo que queremos trasladar es desde el minuto uno estamos trabajando para combatir este grave problema que tiene nuestra comunidad.

Cuál es su apuesta ¿concertada o pública? ¿Qué le parecen los centros de educación diferenciada?

Lo que considero mejor es respetar a las familias para que puedan decidir qué modelo prefieren y, como responsable público, dar cobijo a todos esos modelos que libremente las familias van a decidir. Hay que tener en cuenta que el 78% de la Educación en Andalucía es pública, 18% es concertada y un 4% es privada, pero la tarea de esta consejería es reforzar todos los modelos educativos que ayuden a nuestros niños y jóvenes a estar lo mejor preparados posible. Todo el equipo de la consejería estamos recorriendo Andalucía para tener un encuentro en cada provincia donde los distintos responsables se despliegan en los centros educativos para tocar la realidad porque van a partir de las comunidades educativas. El proyecto de Educación de Andalucía tiene que salir de los centros educativos, no de las salas legislativas. Las salas legislativas tienen que estar para recoger toda la información y el conocimiento que nos transmitan los centros y no al revés. De aquí hasta fin de curso me he marcado como plazo, pisar las ocho provincias andaluzas y conocer la realidad absolutamente de cerca de docentes, familias, no docentes.

¿Qué papel deben tener los padres en todo esto que plantea?

Yo creo que los padres son fundamentales en la educación de sus niños pero tiene que haber un equilibrio, no una invasión. Hemos puesto en marcha la Ley de Autoridad del Profesor y ahora estamos en la fase de anteproyecto para aportaciones públicas. La verdad es que vivimos en una sociedad un tanto extraña. Que a estas algunas de la vida tengamos que estar reforzando la autoridad y el respeto del docente... La Educación es un oficio sagrado, la enseñanza es sagrada. Pero, como desgraciadamente ese equilibrio entre la escuela y la familia, en muchos casos se ha alterado, hay que volverlo a recuperar.

En la campaña electoral se comprometieron a cambiar los criterios de reparto de centros escolares para las familias, garantizando la libre elección. ¿Cómo lo va a hacer?

Este asunto ahora mismo estamos un tanto, no voy a decir lejos, porque lo que hemos pretendido trasladar un mensaje de tranquilidad. En el proceso de escolarización que hay abierto ahora no se va a alterar nada. ¿Qué va a ocurrir curso 20-21?. Es el asunto que tenemos que tratar con todo el rigor del mundo para que las familias tengan la oportunidad de elegir. Tenemos que reposarlo y dar respuesta más adelante.

Hablemos de la Educación Infantil. ¿Cree que debe ser gratuita de 0 a 3 años? ¿Es una medida educativa o de conciliación?

Lo deseable sería que a lo largo de esta legislatura consiguiéramos la gratuidad pero va a ser complicado. Es evidente que este Gobierno lo que pretende es facilitar este servicio, esta ayuda para conciliar su relación familiar y laboral y, al mismo tiempo, transmitir que está demostrado científicamente que los niños de 0 a 3 años tienen una serie de estímulos que les favorece en su desarrollo académico. Les viene bien a los pequeños y ayuda a las familias. Sabemos que desde 2009 está congelado el precio que se paga por plaza y con la subida del SMI se han generado una gran cantidad de dificultades para quienes han decidido emprender en este sector. Pero qué podemos hacer con un presupuesto prorrogado. Lo que este Gobierno no va a hacer es vender humo o comprometernos a algo que luego no vamos a hacer por tener contento a un sector. Vamos a ver si podemos darle un pequeño impulso al precio por plaza para que se puedan paliar las dificultades que está pasando. Se trata de atender una situación urgente, de cierta emergencia, porque hay muchas escuelas infantiles que se plantean cerrar o despedir a trabajadores, y es un sector mayoritariamente femenino.

Hay muchas quejas de los comedores escolares.

Todos los centros educativos no tienen comedores, muchas veces no por falta de voluntad sino de espacio y de recursos. Implantar comedores escolares en todos los centros supone un gasto de 120 millones de euros. Yo soy partidario de que esos comedores estén atendidos por empresas locales, cercanas a los centros educativos porque van a generar empleo y porque las familias van a estar más tranquilas al ser gente conocida. Me gustaría que en los próximos pliegos de condiciones pudiera venir reflejado este asunto que va a ayudar a las pymes. Podemos aprovechar este impulso para ofrecer calidad y cercanía, y estoy seguro de que nos ahorraríamos tantos problemas.

Hay una importante polémica social por la integración para los niños con capacidades diferentes.

Hablamos tanto de niños con altas capacidades como de discapacitados. En este asunto me remito al equilibro entre familias y centros educativos que se ha alterado. Antes una familia no discutía lo que un centro educativo se planteaba porque entendían que los docentes eran los que sabían. Hoy hay familias, algunas porque no podemos generalizar, hay padres que no buscan preguntas buscan culpables y eso forma parte de un desconocimiento enorme y, en muchos casos, son faltas de respeto a los docentes. Son los docentes, que son los expertos, los que tienen que decidir qué programas o atención deben tener estos niños. He escuchado que hay padres que quieren que sus niños de Educación Especial estén en colegios ordinarios y otros que no. Yo creo que dependerá del grado de discapacidad. Hay familias enfrentándose con otras porque defienden cosas absolutamente dispares. Dejen a la comunidad educativa trabajar y respeten sus decisiones.

Le interesa mucho el Bachillerato Internacional, quiere extenderlo por toda Andalucía.

Nosotros apostamos por la calidad educativa, por la excelencia. Porque nuestros niños y jóvenes, aunque estén formándose en nuestra tierra, tengan una visión internacional porque los grandes retos son globales. La aspiración de este consejero es poner un centro de BI por provincia. Ya me he reunido con la responsable académica de este programa que tiene su sede en Suiza y nos va a enviar un informe con todo el proceso, qué requisitos necesitamos, que coste tiene, qué tiempo de implantación... Queremos un centro por provincia que sirva de faro a toda la comunidad educativa, también a nuestros docentes para que encuentren alicientes y motivaciones para reciclarse, seguir formándose...

¿Y las matrículas universitarias gratuitas para quienes aprueben? ¿Va en contra de la excelencia o a favor?

Las becas necesitan una pensada para unir la eficacia y el mérito. Se ha ido arrinconando el mérito y hay que reconocerlo porque es lo que incentiva, estimula y motiva a los jóvenes. El mérito, no el demérito. Y necesitamos en nuestra sociedad generar referentes basados en el talento, el esfuerzo, la capacidad de trabajo. Tenemos que premiar eso. Una cosa es el mérito y otra cosa son aquellas familias en condiciones socioeconómicas desfavorecidas que no tienen recursos para poder acceder a cierta formación. Ahí tiene que estar la administración. Pero premiar el esfuerzo justo... lo analizaremos, pero exige una reflexión.

¿Qué es peor, un vestuario de alta competición o el Consejo de Gobierno?

Los dos tienen sus dificultades; creo que aún es pronto pero se asemejan en bastantes situaciones. Es verdad que la alta competición que está exigiendo cada tres días un resultado y aquí te exigen resultados pero tus tiempos son otros. La alta competición no entiende de tiempos.

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