Uno de los cruceros más grandes del mundo durante su escala en el puerto de Málaga
Uno de los cruceros más grandes del mundo durante su escala en el puerto de Málaga - FRANCIS SILVA
TURISMO

Los cruceros de lujo recalan cada vez más en los puertos andaluces

Andalucía, con Málaga y Cádiz como referencias principales, se consolida como segundo destino peninsular de barcos en 2016 tras Cataluña

MÁLAGA Actualizado: Guardar
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Hubo un tiempo, no hace tanto, que esos enormes buques convertidos en hoteles casi pasaban de largo por los puertos andaluces. Apenas estaban en la planificación de las empresas que los fletan. Andalucía perdía así la posibilidad de captar a un turista verdaderamente interesante por su alta rentabilidad. Estudios realizados por Turismo Andaluz sitúan el gasto medio de los cruceristas en unos 42 euros por día, unos siete u ocho más que el turista convencional. Excursiones, compras y restauración en las ciudades destino copan ese maná que llega por mar.

Hoy, sin embargo, la industria de los cruceros está totalmente consolidada en la comunidad, con dos faros de atracción fundamentales, como son Málaga y Cádiz, que aglutinan más del 90% de la actividad crucerística.

Pero el resto de puertos pugnan también fuerte por ser cada vez más imán de estos barcos, independientemente de su tamaño. Este año Andalucía se ha afianzado como segundo destino peninsular preferido por las navieras, sólo después de Cataluña, que tiene en el puerto de Barcelona un auténtico bastión. De hecho, Málaga, es ya la segunda ciudad portuaria para el mercado crucerístico en la Península tras la Ciudad Condal, que recibe más cruceristas incluso que Baleares o los puertos de las Islas Canarias, con gran tradición de llegada de este tipo de barcos.

El estancamiento de Cádiz

Las estadísticas disponibles hasta ahora permiten hablar sin duda de un gran año para la llegada de cruceros a Andalucía. Es cierto que Cádiz, que presentaba hasta ahora una línea ascendente y ha triplicado sus escalas en los últimos años, parece haberse estancado. Según las estadísticas de Puertos del Estado, hasta octubre presentaba una caída del 6 por ciento en el número de cruceristas arribados durante 2016. Con 342.233 visitantes, se ve así superada por Málaga, líder absoluto con 366.679 y la previsión de cerrar por encima de 442.000 a bordo de 253 buques, lo que significa un aumento de más del 10 por ciento en su cifra de cruceristas.

Al margen de los dos recintos a los que llegan los barcos más grandes, y por tanto con más pasajeros y tripulantes, otras ciudades con menos tradición se han puesto a trabajar con el objetivo de captar cada vez más ingresos. Almería se acerca ya a los 30.000 cruceristas. Pero también es el caso de Sevilla, desde que a primeros de este año inaugurara la segunda fase de la terminal del muelle de las Delicias. Su puerto, que en octubre estaba ya en más de 18.000, espera rozar los 20.000 cruceristas en 2016, mientras que Huelva los rebasará, una cifra con mucho mérito teniendo en cuenta que en 2015 sólo llegaron al puerto onubense algo más de 2.500. Más lejos queda Motril, con un tráfico incipiente, que con cifras de octubre se quedaba en menos de 3.000 pasajeros.

Pero, conocido ya el auge del sector en Andalucía, ¿cuál es el reto para seguir creciendo? Sin duda, dos aspectos centran el interés de los expertos. El primero y principal, convertirse en puerto base para las navieras. El ejemplo es Málaga. Durante los años en que la abandonó Royal Caribbean y ninguna compañía uso sus instalaciones portuarias como punto de partida y llegada, las cifras se desplomaron. Desde que Thomson Cruises y Pullmantur volvieran a apostar por su puerto, el despegue ha sido tremendo y el presidente de la Autoridad Portuaria malacitana, Paulino Plata, saca pecho de ser el puerto «que más crece de España».

Ahora, y tras un 2016 más que meritorio, las previsiones son que el próximo ejercicio en torno a 115.000 cruceristas, lo que supone un 23% del total, embarquen y desembarquen en la capital malagueña. La diferencia entre ser estrictamente un puerto de atraque y punto de partida de un crucero es que sus «habitantes» permanecen en la ciudad durante más tiempo, incluso pernoctando, lo que genera un mayor nivel de gasto. Prueba del «caramelo» que constituye ser base es que Cádiz acaba de sacar a licitación un estudio de viabilidad para dar ese salto cualitativo, lo que le permite encarar 2017 con unas expectativas históricas llegando a los 280 barcos.

A ello, también, contribuye la colaboración que desde Turismo Andaluz se mantiene con todos los puertos de la comunidad en aras a conseguir más atraques. Como explica Manuel Muñoz, gerente de la empresa pública, desde la administración se focalizan los esfuerzos hacia los mercados emisores. Así, son continuas las campañas de comunicación de los recintos portuarios en los países que fletan mayor número de cruceros.Se organizan también viajes de incentivos para que los operadores de las navieras conozcan los puertos andaluces y está consolidada la presencia de Andalucía en las dos principales ferias que celebra el sector, una en Estados Unidos y otra en Europa.

Alta gama

Pero no todo son grandes cifras de cruceristas bajándose de buques mastodónticos. Para el presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga, Paulino Plata, no hay duda de hacia dónde deben dirigirse los esfuerzos: el mercado del lujo. Buques de menor eslora pero para clientes de un poder adquisitivo mucho mayor. «Posicionarte como destino para los cruceros de alta gama genera tendencia y arrastra al resto de la actividad crucerística», señala en declaraciones a ABC. De hecho, el gran reto para su puerto —que atraerá a unos 300 barcos en 2017— es captar un buen número de cruceros en los que el pasaje puede costar hasta 20.000 euros. El año que viene se prevén más de 70 barcos de alta gama, que atracan en el muelle 2, más cerca de la ciudad que los barcos más grandes, y generan un gasto medio muy superior, con compras y excursiones de un carácter más exclusivo.

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