Coronavirus

Andalucía se plantea volver al confinamiento en casa si no baja la presión en los hospitales

Moreno no lo descarta como «última opción» si las actuales medidas fallan, mientras los ingresados se duplican en 15 días

La Policía realiza controles de movilidad a los pasajeros de Madrid en la Estación María Zambrano de Málaga EP

Antonio R. Vega

El confinamiento domiciliario es el último cartucho, pero la Junta de Andalucía no descarta utilizar esa bala si la curva de contagios sigue su ascenso imparable. « Si esto no funciona tendremos que tomar medidas mucho más drásticas » que «evidentemente afectarían a la movilidad», advirtió ayer el presidente andaluz, Juanma Moreno (PP), en el programa «Mesa de Análisis» de Canal Sur.

Andalucía volvería a la casilla de salida siempre que el toque de queda nocturno, el blindaje de toda la comunidad y el cierre perimetral de 449 municipios, aparte de otras limitaciones de aforo en los establecimientos abiertos al público, no surtan efecto.

« El confinamiento domiciliario es la última de las opciones , porque supone una contracción y un daño a la economía, al empleo y al bienestar», reconoció Moreno. Espera no tener que pedir al Gobierno central un confinamiento domiciliario, opción que ya han planteado las comunidades de Cataluña o Castilla y León , pero todo va a depender de los resultados que arrojen las actuales restricciones de movilidad.

De aquí al 8 de noviembre próximo –cuando la Junta decida si prorroga o no los cierres–, la Junta confía en que la tasa de hospitalizaciones en camas convencionales, enfermos en las UCI y fallecimientos se haya frenado. « Si sigue creciendo, no nos va a quedar más remedio, con todo el dolor de mi corazón, que tomar decisiones más drásticas » para reducir la movilidad que, a falta de vacunas, es el único «instrumento» que hay para doblegar la curva de contagios, aventuró el jefe del bipartito andaluz.

La principal preocupación es que se desborde el sistema sanitario , que ayer alcanzó las 2.471 hospitalizaciones, 126 más en apenas 24 horas. Actualmente, los pacientes ingresados duplican a los que había hasta hace sólo dos semanas (1.220 altas el pasado 15 de octubre). En Córdoba y Granada ya han igualado los ingresos registrados en el pico de la primera ola de la pandemia del mes de marzo.

Los 33 nuevos ingresados del pasado jueves fueron sólo una fugaz tregua porque la lucha contra el coronarivus se acerca a un momento crítico. La presión hospitalaria, al igual que los contagios, dibujan una curva ascendente que ha obligado a habilitar hospitales alternativos como los que montaron en la primavera pasada en el polideportivo Carranque de Málaga. Una vez que ha dejado atrás el verano y con él la afluencia de turistas a sus playas, la Costa del Sol está en el nivel más bajo de riesgo y la presión se ha desplazado ahora a las provincias de Sevilla, Granada, Córdoba y Jaén.

«Si esto no funciona, tendremos que tomar medidas mucho más drásticas de movilidad», avanza Moreno

La curva de contagios sigue disparada. Ayer se superaron por segundo día consecutivo los 5.000 nuevos positivos por Covid-19. Exactamente, se contabilizaron 5.104 casos de coronavirus diarios a través de pruebas PCR y test de antígenos . Las infecciones del presente pueden ser los pacientes ingresados en los días venideros. En la Junta lo saben y «en previsión» de que se traduzcan en nuevos enfermos, el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, concretó que en Granada ya se ha habilitado el antiguo hospital San Cecilio, con más de 200 camas. En Jaén se va a abrir «de forma inmediata» el edificio anexo al Hospital Puerta de Andalucía. En Sevilla, el otro foco del segundo embate de la pandemia con 1.496 positivos sólo en el día de ayer, se está trabajando ya en la medicalización de dos hoteles.

Con este panorama, al que se añaden 39 fallecimientos más en la última jornada , en el Gobierno regional cruzan los dedos para que los cierres perimetrales y el toque de queda reduzcan la actual tensión sanitaria. Moreno insistió en este mensaje y recomendó a los andaluces que «se queden en casa o en el entorno» , es decir, que se encierren en su domicilio, como en el anterior estado de alarma, para afrontar el otoño de la pandemia, porque las semanas y meses que están por venir «van a ser muy duros».

Sin herramientas legales para confinar

El confinamiento domiciliario está sobre la mesa como último comodín si falla todo lo demás. El problema es que no está en las manos de Andalucía ni de ninguna comunidad autónoma utilizar este recurso. El estado de alarma decretado para los próximos seis meses por el Gobierno no contempla el encierro en casa obligatorio. La Junta de Castilla y León, gobernada por el PP, ya ha pedido al Gobierno central que estipule las herramientas legales necesarias para poder ejercer esta competencia.El objetivo a medio plazo es superar el bache actual para llegar a las Navidades con precaución pero sin tantas limitaciones de movilidad.

Ninguna restricción es infalible si hay personas decididas a saltársela. La Policía desalojó hace una semana una fiesta ilegal con 90 personas sin mascarilla ni distancia en La Rambla, en la provincia de Córdoba. Tras el toque de queda, la Policía de La Línea pilló infraganti a 18 personas jugando al bingo en un garaje, sin mascarillas y fumando ajenos al peligro vírico, según informa Soraya Fernández. Probablemente, no sean los primeros ni los últimos.

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