SALUD

El aceite de oliva ayuda a prevenir el cáncer de mama

Eduard Escrich, investigador de la UAB, ha asegurado en Málaga que este producto inhibe la proliferación de células tumorales

Aceite de oliva recién exprimido en una almazara de Córdoba JAIME GARCÍA

ABC

El investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona Eduard Escrich ha defendido hoy el consumo del aceite de oliva virgen extra frente a los aceites de semilla para prevenir el cáncer de mama y ha afirmado que el primero frena la progresión de este tipo de tumores.

Escrich, que ha participado en el curso de verano de la Universidad de Málaga «El aceite de oliva, salud, cultura y riqueza de los pueblos mediterráneos» en Vélez-Málaga, ha explicado a los periodistas que la Universidad Autónoma de Barcelona lleva más de t res décadas desarrollando esta investigación.

El profesor de Fisiología ha señalado que el aceite de oliva combate el cáncer de mama a través de «diversos y complejos mecanismos», como la inhibición de las vías de proliferación de las células tumorales. Asimismo, ha detallado que es culpable de un proceso denominado apoptosis, «una muerte genética programada de estas células, y ésta es una propiedad que el aceite de oliva ha demostrado tener».

Ha precisado que se trata de modelos experimentales y que, en humanos, el principal resultado que existe actualmente es que hay toda una serie de factores de riesgo, condicionados a los estilos de vida, «y que el más determinante es la cantidad total de grasas ingeridas».

Escrich ha manifestado que los tumores desarrollados por personas alimentadas con una dieta en la que prima el aceite de oliva son «de bajo grado», mientras que e n el caso de aceites de semilla, «son de alta malignidad». Ha advertido de que no hay ningún alimento que sea malo, sino que es el mal uso de los mismos es lo que puede hacerlos perjudiciales, y ha incidido en que en los países desarrollados, «se está comiendo demasiado».

«Una mujer con un cáncer de mama en estado avanzado tiene que tener cuidado con las grasas, incluso con las saludables; habría que reducirlas porque no dejan de aportar calorías y la célula cancerosa es una célula que necesita mucha energía para funcionar, muy vital», ha añadido.

El investigador ha señalado que las campañas de prevención que se ejecutan con respecto al cáncer de mama no están teniendo «una respuesta alta», pero sí ha apreciado un c ambio en las mujeres a la hora de afrontar la enfermedad. «Antes llegaba una enferma con un tumor muy avanzado porque sabía que tenía algo pero no había ido al médico, y ahora eso ha cambiado y las mujeres son más activas», ha indicado.

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