AGRESIONES A SANITARIOS

«Vender que la sanidad es perfecta genera frustración, génesis de las agresiones»

El presidente del Colegio de Médicos de Málaga exige medidas ante un pico de ataques a los médicos sin precedentes

Juan José Sánchez Luque, presidente del Colegio de Médicos de Málaga ABC

FERNANDO DEL VALLE

Dos nuevas agresiones en sólo una semana han sido el colofón de un «verano caliente» en el que el personal sanitario de la provincia de Málaga ha sufrido un sinfín de incidencias con los pacientes. Pero la gota que ha colmado el vaso de los profesionales ha sido la reacción de la Consejería de Salud acusando a los médicos de «mentir» en torno al problema cuando se le ha requerido actuar con contundencia y analizar a fondo sus causas. El presidente del Colegio de Médicos malagueño, Juan José Sánchez Luque , explora la génesis del problema y desde la «lealtad» exige a la Junta un mensaje claro de apoyo a sus compañeros, además de una campaña de educación sanitaria.

¿Ha conocido niveles de agresiones como el actual?

No. Nunca hemos tenido conocimiento de una cascada de incidentes con este ritmo . No quiero decir con esto que estemos ante un clima de agresividad generalizado, pero sí se repite de manera muy superior a lo aconsejable . Por eso creemos que estamos obligados a un análisis muy exhaustivo y a la toma de medidas pertinentes que al menos disminuyan el número de las que se producen.

¿Cuáles cree que pueden ser las causas?

La política de recortes , la masificación , el levantar expectativas a los ciudadanos de que todo son derechos y los deberes quedan en un segundo plano . Al ciudadano se le vende que todo va bien, que todo es posible y la sanidad funciona a la perfección . Y eso genera una frustración que está en la génesis de las agresiones . Las situaciones de masificación son un factor de riesgo, un caldo de cultivo. En cualquier ámbito, y más en el sanitario. y no quiero decir que eso justifique una agresión.

Pues dice la Junta que ustedes mienten.

Nos ha sorprendido enormemente el empleo de esta palabra. La Junta tiene que reflexionar. Nuestra obligación es garantizar el ejercicio de la medicina. Nos hemos manifestado en tono educado y riguroso. Hemos hecho una crítica que hay que aceptar porque tenemos derecho a hacerla. Sobre todo cuando lo que hemos planteado no es ninguna barbaridad. Queremos que venga la consejera con un mensaje contundente que diga a profesionales y sobre todo a ciudadanos que se va a actuar. Y hemos pedido algo que es increíble no se haga: una campaña de educación sanitaria que no sólo podemos hacerla los médicos. La administración es la responsable de lanzar un mensaje claro de que la violencia no es la solución a una discrepancia con un profesional.

¿A qué cree que se debe esta estrategia de negación? ¿A la cercanía de elecciones?

Prefiero no entrar en interpretaciones. Desde que surgió la polémica, lamentablemente ya se ha dado otra agresión. Y fíjese: a la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez , le hemos pedido una reunión y nos la ha concedido de inmediato. Sería lógico que la Junta de Andalucía, que es la que tiene las competencias, se reuniera con los profesionales.

¿Debería pedirse disculpas a los médicos desde la Consejería?

De los políticos escucho pocas disculpas; tampoco lo voy a pedir . Pero sí quiero recalcar que tenemos la mano;nuestras puertas siempre estarán abiertas. Con precisar bien no habrá rencillas. Seremos leales con los responsables de organizar un sistema de salud, que bastante dificultad entraña. Un mal momento lo puede tener cualquiera.

¿Qué es lo primero que debería hacer la Junta?

Dar un mensaje a la población respaldando a los profesionales . Otra cuestión es el de las sanciones que se imponen al agresor, que son nimias. Si pegar a un médico vale 180 euros mal vamos. Hay que cambiar las penas.

¿Habría que poner vigilantes de seguridad en todos los centros?

Si eliminamos situaciones de riesgo algo se mejorará. Hay que plantear un mapa de riesgo que dejara claro dónde están ocurriendo estos incidentes, generalmente en lugares de gran afliencia de pacientes. Y ahí sí que debe haberlos.

¿Por qué no funcionan los protocolos de los que tanto presume la administración?

Si simplemente condenamos y defendemos, que es muy necesaario, se nos escapa la parte más importante, que es la prevención .

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