INUNDACIONES EN MÁLAGA
El último pueblo de Málaga que fue «zona catastrófica» sólo ha cobrado 150.000 euros
Álora fue anegada hace seis años por una riada que llegó a matar a una vecina, pero las ayudas recibidas han sido insignificantes
La lucha por la declaración de «zona de emergencia» –antigua «zona catastrófica»– de los municipios afectados por las riadas está siendo vehemente. Los alcaldes de Campillos, Teba y La Roda han presionado para que el Consejo de Ministros apruebe esta declaración ya que la ven como una forma de tener ayudas extraordinarias con las que reparar los daños causados por las aguas, pero la experiencia en la propia provincia de Málaga dice que este anhelo no se ajusta a la realidad.
El 28 de septiembre de 2012 Álora fue devorada por el río Guadalhorce . Fueron 200 litros los que sembraron el caos en el municipio y se cobraron la vida de una vecina arrastrada por la riada. El barro inundó 700 viviendas, 150 negocios y se llevó otros tantos vehículos.
El Gobierno declaró la «zona catastrófica» en un pueblo que se quedó aislado y perdió parte de sus conexiones, puesto que el agua se llevó el histórico Puente de Hierro. El alcalde, José Sánchez, lamenta no haber cobrado. « Recibimos años después sólo 150.000 euros del Gobierno », afirma como balance el regidor seis años después de la tragedia.
Para colmo, la Junta de Andalucía lo dejó fuera del reparto de emergencia , ya que el decreto se firmó para aquellos que habían sufrido los daños a partir del 1 de octubre y poco importó que en esos días en Álora estuviera desplegada la Unidad Militar de Emergencias (UME) para intentar recuperar la normalidad del municipio tras la riada. Las pérdidas, que tenían una valoración millonaria, se quedaron con una compensación ínfima.
Y las ayudas de 2016, sin cobrar
Las aportaciones económicas por las catástrofes son escasas y se cobran tarde. Los municipios afectados por las riadas de 2016 aún no las recibido . «No las esperamos. Ya las damos por perdidas», explica Juan Francisco Lumbreras , concejal de Urbanismo de Cártama , que dice que a este Ayuntamiento se le deben alrededor de tres millones de euros para unas reconstrucciones de infraestructuras que se están llevando a cabo con recursos propios.
«En el caso de que lleguen, muchas no las podremos cobrar. Las obras se han ejecutado con recursos propios. No han sido hechas por una empresa y se necesita aportar la factura para que las abonen», explica Lumbreras. Este pueblo, al menos cobró 78.000 euros de la Junta de Andalucía para reparaciones.
En la misma situación está Alhaurín de la Torre , otro de los afectados en 2016. «Reclamamos unos tres millones de euros. Los dos millones que corresponden a infraestructuras están aún sin cobrar.
El Consorcio de Seguros abonó los 1,2 millones a los particulares que se justificaron», explicó Joaquín Villanova , alcalde de esta localidad, que añade que este tipo de compensaciones no son una solución cuando hay una catástrofe de estas características. La Junta de Andalucía abonó 100.000 euros de emergencia para reparaciones.
En base este razonamiento de inoperatividad de las ayudas por «zona catastrófica», la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) acordó esta semana pedir al Gobierno de España la creación de un fondo de contingencia contra las catástrofes naturales. La entidad, donde están representados los pueblos de Andalucía, pidió que se habilite una bolsa económica que pueda ser liberada rápidamente cuando ocurran tragedias como estas en Sevilla, Málaga y Cádiz.
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