VIVIENDAS TURÍSTICAS

Tolo Gomila: «La oferta de viviendas turísticas está decreciendo y tiende a su normalización»

El presidente de la Federación de Asociaciones de Viviendas Turísticas cree que las polémicas sufridas se deben solo al «populismo» que ha gobernado en algunos municipios

Tolo Gomila en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga Pablo Marinetto

Pablo Marinetto

El Palacio de Ferias y Congresos de Málaga acoge hoy viernes el encuentro Vitur Summit, que por primera vez reúne a instituciones públicas y empresas privadas europeas para debatir sobre las potencialidades y defectos del mercado de la vivienda turística. El presidente de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos, Tolo Gomila , analiza para ABC las principales polémicas de que son objeto estas viviendas, que achaca a las políticas populistas y aplaude normativas como la andaluza.

- ¿Cuál es la radiografía actual del sector en España?

- A fecha de hoy lo que está haciendo es decrecer. En los dos últimos años han entrado en vigor, a parte de las normativas en las comunidades autónomas, también una serie de palancas legislativas, y cualquier tipo de regulación apareja una limitación. La realidad es que la oferta está disminuyendo . Hoy estamos en esa senda final hacia la normalización de la actividad. Es verdad que hay problemas en ciudades como Madrid, Valencia, Palma de Mallorca o Barcelona, donde hay puntos de fricción, pero que tienen un denominador común, y es que hay fuerzas populistas que están o han estado en esas administraciones. Lo que ha hecho falta es dejar que la situación generase su poso y legislar, como ya se está haciendo, utilizando la métrica y no el populismo.

- En España hay 17 normativas distintas para un mismo sector. ¿No acabaría con ese caos una regulación nacional?

- Las competencias en turismo están absolutamente transmitidas a las comunidades autónomas y una regulación nacional no es exactamente lo que pedimos. Vivimos en un Estado descentralizado y las competencias están bien transferidas. Nosotros apostamos por aprovechar la Ley de Arrendamientos Urbanos, que sí es estatal, y hacer una definición única de lo que es una vivienda de uso turístico . Si lográsemos ese aspecto estoy convencido de que el 80 por ciento de la carga judicializada que el sector tiene en España se eliminaría.

- ¿Podemos hablar de una batalla con los establecimientos tradicionales?

- Creo que eso ya pasó. El sector hotelero lo que hizo en un principio fue ponerse en modo preventivo, como cuando se produce cualquier fenómeno disruptivo. Una de las grandes normalizaciones que está teniendo esta actividad es precisamente la inversión por parte del sector hotelero . Las viviendas de uso turístico representan ya un 20 por ciento sobre el total de la oferta de alojamiento en España. Según lo datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la oferta turística extra hotelera aportó al PIB en 2018 63.500 millones de euros y, además, se genera un puesto de trabajo por cada dos viviendas. Creo que es una oferta absolutamente consolidada.

- También se ha acusado al sector de atraer a un turismo de peor calidad…

- Son las típicas afirmaciones interesadas, mal interesadas o hechas por populistas. Yo siempre hablo en base a métrica. Lo importante de un turista no es lo que paga en dormir, sea cual sea la tipología del alojamiento que utilice. Lo importante es lo que gasta en su estancia. La Encuesta de Gasto Turístico que publica el INE arroja un gasto medio de la oferta turística extra hotelera de 1.224 euros frente a los 1.079 ó 1.080 euros de la oferta hotelera tradicional. Mire, una de las grandes externalidades positivas que tienen las viviendas de uso turístico es la inversión que se genera en los barrios , que además es tremendamente transversal. El 70 por ciento del coste de esa estancia se va directamente a los comercios, a la restauración y al transporte.

- ¿Achaca entonces esa turismofobia en auge a las políticas populistas que mencionaba?

- Ni más ni menos. Creo que ha sido la tormenta perfecta. Algunos ayuntamientos, algunas fuerzas populistas, han escondido sus miserias desde el punto de vista de una incapacidad absoluta hacia la política de creación de vivienda . Mire, el peso de la vivienda de uso turístico en Madrid, por ejemplo, es del 0,72 por ciento sobre el parque residencial, y el porcentaje de viviendas vacías también publicadas por el INE, es del 16,2 por ciento, son 85.000 viviendas que si hubiese una política activa se podrían ofrecer de forma inmediata como alquiler. Pero el gran error es que el 95 por ciento son de propietarios individuales. Vivimos en un país donde a los de mi generación nos han enseñado que nuestro principal patrimonio será nuestra residencia o nuestra segunda residencia. Y lo que hay que hacer con esos propietarios no es demonizarlos. Hay seducirlos con garantías de seguridad para que esa oferta la pongan en la calle.

- ¿Hay autocrítica en el sector?

- Evidentemente. Uno de los grandes retos es la profesionalización del sector. Cuando tienes palancas regulatorias, palancas legislativas, el propio mercado tiende a profesionalizarse. Un porcentaje muy importante de viviendas están en manos de gestores profesionales y el porcentaje de propietarios individuales decrece. Evidentemente la ley está para cumplirla, pero también es cierto que, en aquellas comunidades autónomas, y pongo el ejemplo de Andalucía, donde la ley ofrece garantías jurídicas tanto al administrado como al administrador el porcentaje de la oferta ilegal decrece de una forma muy importante. Que es otro de los objetivos.

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