NARCOTRÁFICO

El teniente que confundió a un pescador con un narco en la costa de Málaga, condenado por tráfico de drogas

Valentín Fernández, jefe del EDOA en Málaga, fue procesado dentro del mayor juicio contra la Guardia Civil y se le impusieron diez años de prisión en la misma sentencia que salió absuelto Tomás Martínez

ABC

J.J. Madueño

Tomás Martínez estaba pescando en la playa de Cabopino en Marbella el domingo 21 de febrero de 2010. Un grupo de traficantes llegó, lo retuvo, le quitó el móvil, se aproximó una «narco lancha» y comenzó un desembarco de hachís , que fue interrumpido. El Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de Málaga irrumpió al grito de «¡Alto la Guardia Civil!» en la playa a tiro limpio, comenzaron las carreras y hubo varios detenidos, entre ellos Tomás Martínez, que estaba allí de forma fortuita, como retrata la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga.

En realidad, la intervención enmascaró un «vuelco» –robo de droga. «Había hasta dos grupos esperando a robar el hachís en Cabopino aquella noche», explican fuentes de la Asociación Unificada de la Guardia Civil, personadas en el caso y que recuerdan que esta fue una de las operaciones por las que se condenó en 2016 al teniente Valentín Fernández , jefe del EDOA de Málaga, por permitir la entrada de cargamentos de droga en España a cambio de comisiones.

El pescador pasó un año en prisión acusado de un delito contra la salud pública. Pese a las evidencias de que era inocente, nadie lo escuchó. Cuando cayeron los mandos del EDOA por tráfico de drogas, una «cunda fantasma» –un transporte no previsto– llegó a la cárcel de Alhaurín de la Torre, se le requirió para contar lo sucedido aquella noche en la playa ante el juez.

«Cunda fantasma»

Seis días antes de cumplir el año en prisión preventiva y tras el pago de 1.500 euros de fianza, cuando en la causa la más fianza menor era de 30.000 euros. Nunca pactó una condena, como intentaron los otros detenidos, a pesar incluso de las amenazas de muerte que recibió su familia . Su abogada peleó su inocencia, y pese a los recursos de la Fiscalía, salió absuelto.

En esa misma sentencia del 21 de diciembre de 2016, es condenado el teniente Valentín Fernández, jefe del EDOA de Málaga, 10 años de prisión por un delito contra la salud pública y por falsedad documental. Pena que está recurrida en el Tribunal Supremo. Es el mando que coordinaba aquella operación en la playa, en la que se tuvo al pescador una hora esposado en el suelo y en la que ni siquiera el juez escuchó lo que tenía que decir. La sentencia dice que, en aquella operación en Marbella, el teniente Fernández había conseguido para uno de los traficantes respaldo de la Guardia Civil previo cobro de 3.000 euros .

Una sentencia en la que no sólo está el Valentín Fernández, hay otra cara conocida de la justicia en Málaga por estar ligado a varios casos mediáticos. En la misma causa no sólo se procesa aquel robo de droga en Marbella en el que fue inculpado Martínez, sino también un cargamento de hachís entre Melilla y Málaga en octubre de 2010 negociado, según la sentencia, por Manuel Alonso, como colaborador del exfutbolista malagueño José Aído «Hidalgo».

En esta causa, a Alonso se le impone una condena a tres años de cárcel por un delito contra la salud pública, mientras espera a que salga el juicio por el asesinato de su esposa, Lucía Garrido , en una finca de Alhaurín de la Torre el 30 de abril de 2008.

Diez años sin juicio

La familia de Lucía, que apareció sin vida en la piscina con un corte en la yugular, siempre ha denunciado que la mataron porque «sabía demasiado» sobre los asuntos turbios que tenía, pero llevan 10 años esperando a una justicia que no llega. Alonso, presentó una coartada y se cerró el caso sin culpables, pese a que había denuncias previas de malos tratos e, incluso, episodios con hachas de por medio.

La investigación se reabrió cuando cayó la cúpula de EDOA , que llevaba el caso, junto a Manuel Alonso. En 2016 se detuvo al presunto autor material de la muerte en Mijas, aunque no se sabe si lo hizo por encargo.

Alonso es el mismo traficante condenado en 2016 que es conocido porque también abatió a dos colombianos que saltaron a la finca donde residía. Fue el 25 abril de 2009 en la misma finca Los Naranjos, donde fue asesinada su esposa. En aquella ocasión, Valentín Fernández fue llamado a declarar como testigo . Su grupo también llevaba una investigación que cerraron alegando que todo había sido en defensa propia, puesto que los asaltantes eran dos supuestos sicarios, y ni siquiera fue a juicio.

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