Asociación Inspiring Girls

Los ordenadores no son de chicos

Una fundación une a niñas con mujeres que han progresado para enseñarles que pueden aspirar a cualquier trabajo

Una de las charlas de la fundación Inspiring Girls en Málaga Francis Silva

Isabel Ruiz

Steve Jobs, Stephen Hawking, Newton, Einstein, Copernico. Todos ellos son referentes en la ciencia y en la tecnología. Todos, hombres. Pocos nombres de mujer se vienen a la cabeza cuando pensamos en estos campos. Pero existen. Desde la Fundación Inspiring Girls quieren que ellas tomen el protagonismo, que se conozcan e incluyan en los libros de texto escolares pero, sobre todo, que las niñas entiendan que no hay «trabajos de chicos y otros de chicas». Tanto es así que reúnen a escolares con profesionales de diversos sectores «socialmente atribuidos a los hombres» para romper los estereotipos.

Sara García tenía claro desde los 10 años que quería entender cómo funcionaban los ordenadores, así que apostó por estudiar para ser informática. «Recuerdo entrar el primer día a clase y que me dijeran que me había equivocado, que ingeniería empresarial estaba en la puerta de enfrente». Fue la una mujer de su promoción. Ahora trabaja en el Instituto Nacional de Ciberseguridad y advierte a las niñas que «no dejen que les digan que no podéis». Las pequeñas sonríen, la miran asombradas y se interesan por el mapa que muestra los ataques que se están dando en ese preciso instante en internet.

En una de las nueve mesas que se han colocado en uno de los encuentros, celebrado en Málaga, las estudiantes de primero de ESO ya tienen claro a qué se quieren dedicar. Profesora, jueza, peluquera, doctora, veterinaria y una quiere llegar a ser diseñadora gráfica. Algunas siguen los pasos de sus madres, otras no y echan en falta conocer nuevos campos y nuevas oportunidades. No se pierden detalle y anotan los consejos de sus ya referentes. Todas las mujeres coinciden en uno: «lucha por tus sueños, trabaja duro y que no te digan que tú no puedes hacerlo».

Ese es el principal objetivo de la Fundación, mostrar opciones laborales menos comunes entre las mujeres para que las niñas tengan un referente femenino y apunten alto en su desarrollo profesional. En las TICs aún hay mucho por hacer, al igual que en las ciencias, donde tan solo el 29% de los científicos de todo el mundo son mujeres. Una brecha que se irá cerrando cuando las referentes den un paso al frente, y se dejen ver y admirar, explica la presidenta de la Fundación, Marta Pérez Dorao.

María Sánchez González, técnica en innovación en la UNIA y profesora de Periodismo en la UMA; Esperanza Olea, empresaria y especialista en marketing digital para empresas; Sara García Becares, responsable del área de talento en ciberseguridad en Incibe; Regina Llopis, presidenta del Grupo AIA, especialista en inteligencia artificial; Ana María Pedraz Tejedor, gerente de soluciones de Snr Iberia-Oracle; Cristina Fernández Sánchez, capitán del Servicio de Informática de la Guardia Civil; Linda Facchinetti, fundadora y consejera en Jump Into Reality y Ana Arjona, experta en usabilidad de ITRS Group. Todas ellas dieron el paso y compartieron su tiempo con 80 niñas de los colegios Sagrado Corazón y Rosario Moreno, quienes serán lo que quieran ser.

Más tecnología

Al finalizar los encuentros l a fascinación por la tecnología y la ciencia aumentó. Algunas niñas cambiaron de profesión preferida, otras comprobaron que hay mujeres en puestos «que están considerados de hombres». Todas tienen nuevos referentes, pero exigen más; en otros campos de la ciencia, de la tecnología y en sectores diversos. Incluso en el deporte, donde los chicos colman las portadas y noticieros. Lo que han aprendido lo compartirán en casa, en el colegio con los demás alumnos y en las actividades extraescolares. Ana no se achantará cuando en el patio le digan que no puede jugar al fútbol y Carmen seguirá estudiando mucho para ser «alguien importante».

Acabarán siendo lo que quieran ser. Astronauta, bombera, guardia civil, médico, directiva de una multinacional, profesora o ingeniera mecánica. Podrán elegir hacer lo que les apasiona, sin miedo al «tú no puedes» porque ya han visto que otras lo hicieron antes.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación