CONFLiCTO

La Junta quiere que los bomberos forestales trabajen 60 días gratis

El convenio colectivo de la Agencia de Medio Ambiente y Aguas andaluza está caducado desde 2011 y las propuestas del Gobierno de Susana Díaz han incendiado a la plantilla

Protesta ante la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Málaga ABC

J.J. Madueño

La plantilla de trabajadores de la Agencia andaluza de Medio Ambiente y Agua (Amaya) está encendida. Se trata de los bomberos forestales, los mismos que se juegan el pellejo cada vez que las llamas aparecen en la Comunidad Autónoma. Esos que Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, responsable de la agencia a la que pertenecen a través de la Consejería de Medio Ambiente, ofrece a Portugal o Galicia cuando los fuegos se vuelven incontrolables y generan un drama social. A esos mismos a los que ahora propone trabajar 60 días gratis más al año , después de tener paralizada la negociación del convenio colectivo siete años. Por eso se han lanzado a la calle, porque se les exige poner su vida en juego entre las llamas por sueldos que, en los mejores casos, no llegan a los 1.200 euros .

Este martes se han concentrado frente a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Málaga. La propuesta de 60 guardias más de 24 horas no remuneradas es «inadmisible». «Quieren que hagamos 45 guardias en la temporada de incendios y 15 en la de prevención, pero no presentan a la negociación una tabla de salarios . No piensan remunerar esas horas», explica Sergio Blanco del Río, representante del sector por parte de CSIF en Málaga, que lamenta que sea un trabajo en el que «se está por amor, ya que no da para vivir» .

La mesa de negociación está convocada para este miércoles 18 de julio y, hasta el momento, sin visos de acuerdo. El último convenio se firmó en 2007 y caducó en 2011 . Ante la pasividad de la Junta de Andalucía, CSIF denunció que no había acuerdo marco para los empleados en 2013. Desde entonces las posturas están enfrentadas. Por «la falta de diálogo» se convocan movilizaciones en toda Andalucía durante el mes de julio, a las que están convocados los 4.000 trabajadores de la agencia pública .

«Después de 10 horas apagando un incendio, te dan un bocadillo de mortadela, agua caliente y piña caducada»

CSIF reclama un sueldo mínimo de 1.000 euros para todos los trabajadores, la recuperación de la antigüedad, la fijación de una cuantía para las guardias, el derecho a la conciliación familiar real y que el operativo Infoca tenga lugar siempre en el mismo grupo operativo. Según asevera Blanco del Río, los trabajadores de Medio Natural tienen una media de sueldos de 759 euros. Los que se dedican a Estructuras llegan a los 1.000 euros y los que se enfrentan a las llamas desde tierra o helicópteros dentro del Infoca están en unos 1.165 euros. «Y después de 10 horas apagando un incendio, te dan un bocadillo de mortadela, una botella de agua caliente y una lata de piña caducada», añade el representante sindical.

La exigencia en el trabajo es máxima. Las pruebas físicas que deben pasar cada año les obligan a practicar deporte y mantener un alto rendimiento con edades próximas a la jubilación, para no ser relegados. «Tenemos compañeros de 62 años subiendo el serrucho por la sierra» , remarca Blanco del Río, que dice que el hecho de no pasar las pruebas físicas genera un problema económico. «Te envían a una caseta en el monte o a un pantano y no llegas a cobrar ni 1.000 euros al mes», afirma el bombero forestal.

«Hubo una inspección laboral para que los accesorios del casco dejaran de estar atados con alambres»

Denuncian que la Administración regional «niega unas condiciones laborales dignas» al no reconocer la antigüedad de los trabajadores o no retribuir los pluses de nocturnidad, toxicidad o peligrosidad. «No existe conciliación familiar por los turnos, trabajamos fines de semana, noches, festivos y estamos localizados las 24 horas», sostiene el representante sindical.

Los empleados de Amaya también se quejan de la falta de medios para combatir el fuego y recuerdan que tuvieron que mandar una inspección laboral para que «los accesorios del casco de los bomberos forestales dejaran de estar atados con alambres». «Se habían gastado 200.000 euros para accesorios de los cascos que no eran originales y, tras la denuncia, el consejero anunció 1,6 millones para los originales», concluye Sergio Blanco del Río.

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