Caso Julen

El dueño de la finca donde murió Julen denuncia «una instrucción a medida de los padres»

Los abogados de David Serrano estudian solicitar la nulidad de la instrucción por graves deficiencias

David Serrano a la llegada a los juzgados para su declaración Archivo

J.J. Madueño

Los abogados de David Serrano, el dueño de la finca donde murió Julen y único acusado formalmente de homicidio por imprudencia grave tras el fallecimiento del menor, estudian solicitar la nulidad de la instrucción por graves deficiencias que habrían seriamente comprometido el derecho de defensa de Serrano. Según sus abogados, el planteamiento de la pretendida nulidad «se basa en el análisis de hechos concretos de una instrucción que se habría diseñado a la medida de los padres de Julen».

En un comunicado remitido a los medios de comunicación explican que se ha hecho así «para evitarles el trance de una posible imputación, tanto por la Fiscalía como por el propio Juzgado». «Se da la circunstancia de que la titular del Juzgado, Doña Elena Sancho Mallorquín, ya había instruido unas diligencias anteriores contra el padre José Roselló donde este resultó condenado», revelan los abogados del despacho Lawbird de Marbella, que dice que «extraña sobremanera a la defensa de David que la juez, durante el interrogatorio de los padres en su calidad de testigos, les diera el pésame y se mostrara dolida por los hechos cuando su testimonio podría haber significado una imputación».

«Tal nivel de empatía implica una pérdida de neutralidad al alinearse con los padres, con carácter previo al comienzo del propio interrogatorio, ya que ningún juez imputa por homicidio tras dar el pésame por ese fallecimiento», señalan los letrados de Serrano, que afirman que «sólo le faltó darles un abrazo».

Consideran «una maniobra procesal» el hecho de interrogar a los padres de Julen en calidad de testigos, «para acto seguido realizar el ofrecimiento de acciones como perjudicados». «Es porque la instructora ya habría decidido, anticipadamente, que su testimonio era innecesario o un mero trámite carente de relevancia jurídica».

Declaración de «cachondeo»

Respecto al interrogatorio del pocero que hizo la prospección por la que cayó Julen el pasado 13 de enero l0 tachan de «cachondeo» . Afean que Juzgado y Fiscalía se opusieran «vehementemente» a que aportara a la instrucción un Plan de Seguridad y Salud. Argumentan que el pocero dijo que «tenerlo en su casa, cuando precisamente la implementación de las medidas de seguridad contenidas en el mismo, por lógica, habrían impedido el fatal desenlace del fallecimiento de Julen».

«Resulta igualmente llamativo que la juez alterara el orden legal de los interrogatorios , al ser interrogados primero por la propia magistrada la cual, visiblemente, actuaba también como fiscal», afirman los letrados de Serrano, que también dicen que por parte de Fiscalía «resulta asombroso que en su sesgado escrito acusatorio precisamente impute a David Serrano no haber advertido de la existencia del pozo».

Los abogados afirman que el padre «declara justo lo contrario» al afirmar, sobre el sondeo concreto por el que cayó Julen: «David me advirtió que ahí había un pozo y que estaba tapado por dos cantillos y que estaba a varios metros de lugar de estacionamiento del vehículo cuando llegaron a la parcela». Los letrados dicen que «por parte de la jueza se omite cualquier hecho favorable a la defensa de David Serrano y se acepta como válida la tesis de que Serrano era el único conocedor de la existencia el pozo»

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