Luis Escribano del Vando: «El socialismo andaluz se parece cada vez más al PRI mejicano»

Luis Escribano considera que forma ya parte del catálogo de represaliados por el poder socialista andaluz. Hasta el pasado mes de noviembre fue jefe del servicio de cooperación económica de la dirección general de la administración local, cargo del que ha sido cesado fulminantemente. Escribano colige que su destitución se deriva de su actitud crítica con el Gobierno del PSOE.

Pogromo, exterminio, depuración, purga... ¿Cuál de estos conceptos cuadra a su juicio con la práctica del poder político andaluz con los disidentes?

El poder socialista lleva a cabo purgas con quienes opinamos de forma distinta. A mí, que critico desde hace años a la Junta de Andalucía por su modo de actuar, me acaban de cesar por intentar que impere la normativa frente a la arbitrariedad.

El anterior director general le felicitó por su trabajo, ¿qué razones le ha dado el actual para cesarlo?

Las razones de fondo no las conozco, por eso he pedido por escrito al consejero de Presidencia que argumente mi cese. Sé que al nuevo director general, Juan Manuel Fernández Ortega, no le gustaba como trataba a los ayuntamientos. De hecho, me pidió que acudiera a su despacho tras recibir la queja de una alcaldesa de un pueblo de Granada a la que se le denegó una ayuda. Este director, que tiene un interés especial con los consistorios de su provincia, me pidió copia del expediente. Se la di. La propuesta técnica se ajustaba a las bases reguladoras, así que la denegación estaba justificada.

Dice que ha sido apartado de su cargo por considerar que la ley está por encima de la ideología. ¿Hay que doctorarse en sectarismo para hacer carrera en la función pública andaluza?

Entiendo que sí. Un régimen clientelar, como el andaluz, sólo beneficia a quienes están con él. Por lo mismo, perjudica a los disidentes y especialmente a la ciudadanía, que es la parte más débil. Si por algo lucho dentro de la administración es porque se aplique la normativa, la ley, para favorecer al conjunto de los ciudadanos.

¿La administración paralela les favorece? ¿De qué modo repercutiría su desaparición en el ciudadano?

La administración paralela no tiene por qué desparecer por completo. Algunos entes instrumentales tienen sentido. La empresa de coordinación de emergencias, por ejemplo. Pero la gran mayoría son prescindibles. Se podrían eliminar sin ningún problema. Claro que, entonces, a la plantilla le tendrían que dar una salida. Y la administración no va a actuar contra sí misma. Lo que está claro es que si desapareciera la administración paralela Andalucía se ahorraría miles de millones de euros. Sería la solución perfecta para disminuir la deuda.

El señorito trata a la gente con el pie, el cacique la trata bien, pero se aprovecha de ella ¿de cuál de ambas figuras está más cerca el poder andaluz?

Del cacique, evidentemente. El poder socialista andaluz intenta aparentar que beneficia a todo el mundo con una estrategia clientelar que incluye contratos, nóminas públicas o subvenciones, pero el objetivo no es favorecer a los andaluces sino retener el poder.

¿Estaría usted al frente de una fundación pública si su periódico digital en lugar de El demócrata liberal se llamara La voz de Susana?

Supongo que sí. Si mi periódico fuera un vocero del poder socialista tal vez presidiría alguna dirección general, pero no estoy por la labor. Soy muy crítico. En mi periódico he escrito más de centenar de artículos sobre los expedientes de regulación de empleo, sobre Invercaria, sobre las subvenciones. Pero no de un modo general, sino con la publicación de casos concretos. Y así me va. Ejercer la libertad de expresión tiene un precio si lo que dices difiere de los dictados del régimen.

En ese caso, ¿el ciudadano de derechas es el antisistema de Andalucía?

Del sistema clientelar y corrupto, creo que sí. Espero que cuando llegue la derecha al poder no siga el mismo camino y cambie esa práctica.

El PSOE ejerce el poder en Andalucía desde hace 36 años. Es lo que duró el franquismo.

Y lo que queda. El socialismo andaluz cada vez se parece más al PRI mejicano. La sociedad andaluza no tiene ninguna capacidad de iniciativa porque ha sido ahogada por el intervencionismo. Será difícil recuperar la libertad perdida.