SANIDAD

Los hospitales de Jaén, en estado crítico

Plaga de insectos en el Médico-Quirúrgico y deterioro del Neuro-Traumatológico

Persina desvencidada de una habitación del hospital Neuro-Traumatológico ABC

Javier López

El estado de los dos grandes hospitales públicos de Jaén es crítico. Al planificado cierre de plantas, del que se derivan las habitaciones con tres camas, se une el imprevisto de una plaga de minúsculas cucarachas que invade el Médico-Quirúrgico mientras en el Neuro-Traumatológico el deterioro de los materiales es evidente. Así las

Conducto de ventilación deteriorado ABC

cosas, la plataforma por la sanidad pública denuncia la situación y la dirección guarda silencio.

Los pacientes del hospital Médico-Quirúrgico asisten alarmados a la colonización de los insectos del área de consultas, de pediatría y de radiología. «Están por todas partes», asegura un portavoz de la plataforma, que achaca la invasión a la falta de mantenimiento de las arboledas y jardines del hospital y a una deficiente desinsectación que se explica por la estrategia de aminorar costes. El ahorro es también la causa de la falta de limpieza en las dependencias.

Las limpiadoras de este hospital mantienen movilizaciones para que la empresa adjudicataria aumente la plantilla. Aseguran que no se han cubierto los puestos de medio centenar de trabajadora s, lo que imposibilita que lleven a cabo su trabajo con efectividad. En su reivindicación cuentan con el apoyo de trabajadores de cocina, quienes denuncian, por su parte, que la privatización del servicio ha redundado en contra de los enfermos porque ahora son alimentados con productos de peor calidad.

En cuanto al hospital Neuro-Traumatológico, inaugurado hace medio siglo, el portavoz de la plataforma asegura que no se ha renovado

Instalación eléctrica defectuosa ABC

convenientemente. «Hay cosas que no se han cambiado absolutamente nada». Alude, asimismo, al deficiente mantenimiento de las instalaciones, sintetizado en aire acondicionado que se regula con cartone s . Añade que el estado de las ventanas repercute en la eficiencia energética del hospital, que, según expone, es “cero”.

«Tenemos las mismas sillas desde hace 50 años», añade para resaltar el abandono del hospital. Los colchones hundidos y las puertas desvencijadas son también marca de la casa, según el portavoz, que cita como ejemplo de desidia la persiana rota de una habitación. «Hice un parte hace una semana para que se arreglara y nada. ¿Cree que es de recibo en un hospital que los pacientes no puedan ver los árboles de enfrente? ¿No hay nadie que pueda arreglarla?».

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