El alcalde de Jaén confía en activar el tranvía en 2018 tras sumarse la Diputación a la financiación

El alcalde de Jaén, Javier Márquez , pretende resolver el fiasco del tranvía, una infraestructura de 130 millones de euros paralizada desde 2011. Para conseguirlo, ha mantenido una reunión con la Junta de Andalucía y la Diputación, a fin de que se ponga en funcionamiento este servicio durante su mandato. En concreto, a partir de 2018. Por lo pronto, la consejería de fomento está dispuesta a sufragar el 40% del déficit de explotación, estimado en 5 millones de euros anuales, y la administración provincial a pagar casi medio millón por ejercicio en concepto de publicidad.

Con una deuda superior a los 600 millones de euros y una gestión económica supeditada al cumplimiento del plan de estabilidad financiera, el Ayuntamiento de Jaén había renunciado a sacar los vagones del hangar si el resto de las administraciones no se implicaban en el proceso. Ahora, el paso adelante que han dado tanto la Junta como la Diputación, ambas gobernadas por el PSOE, posibilita la reactivación de este transporte público inaugurado hace 6 años por la alcaldesa socialista Carmen Peñalver , que sólo funcionó durante un mes.

Su sucesor en la alcaldía, José Enrique Fernández de Moya , esgrimió como razón para desactivar este trasporte la dramática situación económica del Ayuntamiento, que ha empeorado desde entonces. No obstante, Javier Márquez confía en conseguir que el conjunto de las administraciones haga de la financiación de la explotación del tranvía causa común. A la que se ha unido Ciudadanos. En este sentido, Javier Márquez agradece el modo en que ha contribuido el portavoz de esta formación en el Parlamento andaluz, Juan Marín , para el desbloqueo del problema. 

A pesar de las buenas intenciones de todas las partes, la rentabilidad del tranvía es inviable a corto plazo, por lo que el alcalde ha resaltado que tiene que producirse un incremento de los viajeros del transporte público en Jaén. Tanto más cuanto que la nueva infraestructura competirá con los autobuses urbanos, de manera que si por la entrada en funcionamiento de ella merma el número de pasajeros de los segundos el perjudicado sería el propio Ayuntamiento. De ahí que el regidor haya abogado por desarrollar una estrategia que beneficie a los 2 sistemas.