Agricultura

Nueva condena en Huelva por «pirateo» de arándanos

Un juzgado condena a seis meses de cárcel y multa a un agricultor que cultivó una variedad del fruto sin autorización

Una plantación de arándanos en la provincia onubense ABC

M.R.Font

Nueva condena para un agricultor de Huelva por «piratear» una variedad de arándano y explotar su producción en una explotación de la provincia sin autorización alguna. El Juzgado de lo Penal 1 ha condenado al empresario agrícola a seis meses de cárcel así como al pago de una sanción de 2.160 euros y a arrancar las plantas de arándanos de la variedad «Snowchaser» que había cultivado, propiedad intelectual pertenece a la Universidad de Florida y se encuentra licenciada a la empresa Rústicas del Guadalquivir.

El ahora condenado había obtenido material vegetal de la referida variedad de origen desconocido y la reprodujo y multiplicó hasta obtener una plantación destinada a la producción, lo que constituye un delito contra la propiedad industria l, que el juzgado considera probado.

La causa se inició a raíz de la denuncia presentada por Gestión de Licencias Vegetales (Geslive) ante el Servicio de Protección de la Naturaleza ( Seprona ) de la Guardia Civil de Huelva.

Con esta son ya cuatro las sentencias condenatorias en la provincia de Huelva por la multiplicación ilegal de arándanos, prácticas sobre la que actualmente están en marcha varios procedimientos judiciales tras diferentes intervenciones del Seprona.

Según Geslive, prueba de que la reproducción ilegal de variedades vegetales está siendo « crítica » es que el 53% de los viveros inspeccionados por las autoridades policiales en 2016, trabajaba de forma clandestina, sin autorización para reproducir variedades protegidas.

«Este fraude masivo tiene graves consecuencias no sólo para los obtentores de nuevas variedades vegetales, a los que se están causando pérdidas multimillonarias cada año, sino también para todo el sector, pues supone una competencia desleal para la mayor parte de los productores que se esfuerza responsablemente por respetar la ley», ha subrayado la firma.

Además, ha añadido, el material vegetal producido clandestinamente al margen del sistema oficial de control y certificación «perjudica a todo el sector y a la imagen de la producción española en el extranjero, pues no ofrece garantía alguna de que pertenezca verdaderamente a la variedad que se indica, ni acerca de su pureza varietal o de sus condiciones fitosanitarias».

En el caso de personas físicas, tras la modificación efectuada en el Código Penal, la explotación no autorizada de variedades vegetales protegidas constituye un delito castigado hasta con tres años de prisión.

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