ROCÍO JUBILAR

Almonte viste de reina a su Patrona

La Blanca Paloma ha amanecido hoy con el traje realizado por las mujeres del taller de bordados de la Matriz, el manto de Pentecostés, las ráfagas plateadas que le obsequió Tello de Eslava en el siglo XVIII y enmarcada por manojitos de rosas y jazmines

La Virgen del Rocío con sus galas de reina en el altar de la Parroquia de la Asunción Miguel A. Jiménez

Miguel A. Jiménez / M. Humanes

Cuando se cumple algo más de un mes desde que llegó a Almonte vestida de Pastora , como es tradición, la Virgen del Rocío ha recuperado su imagen de Reina, a la que los devotos están más acostumbrados. Sin embargo, no por eso deja de impresionar la belleza de la Blanca Paloma engalanada como ha amanecido esta mañana, con un conjunto que destaca su silueta en el altar de la Parroquia de la Asunción, donde permanecerá hasta el mes de mayo de 2020.

La Blanca Paloma sobre la peana de madera labrada con motivo del 175 aniversario del Rocío Chico Miguel A. Jiménez

Así, las hermanas camaristas han procedido durante la noche a cambiar el innovador y admirado terno de Pastora diseñado y confeccionado en los talleres de Mamé de la Vega , con una característica esclavina de color rosa empolvado, por el traje de Reina que las mujeres del taller de bordados de la Matriz confeccionaron en 2015, compuesto por saya, corpiño, mangas, sobre mangas y, por supuesto, el traje del Niño.

En el conjunto predominan los tonos dorados que contrastan, en primer lugar, con las ráfagas de punta de martillo que obsequiara a la Virgen el canónigo almonteño Tello de Eslava allá por el siglo XVIII, y que han recuperado su tono plateado original. También con el manto, conocido como «de Pentecostés», que fue confeccionado en 2011 en los talleres sevillanos de Santa Bárbara y que estrenó en la romería de aquel año. Destaca en el manto el conjunto iconográfico que remata la parte inferior de la prenda.

La Patrona de Almonte luce las ráfagas de punta de martillo plateadas y el rostrillo regalado por Muñoz y Pabón Miguel A. Jiménez

En cuanto a las flores, Mamé de la Vega vuelve a ser el autor del aderezo en el que predominan los tonos pastel y que está compuesto por capullos de rosas y jazmines. Sobre su cabeza, la corona con la que fue coronada en 1919 , además del rostrillo de Muñoz y Pabón, artífice de la Coronación Canónica, realizado en plata, al igual que el resto de los atributos de la Virgen y el Niño y la media luna.

El conjunto se completa, tal y como informa la Hermandad Matriz , con la peana de madera que se labró en 1988 para la celebración del 175 aniversario del Rocío Chico , pero que no llegó a utilizarse.

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