TREN GRANADA

El tren turístico de Granada queda aparcado por seguridad

El Ayuntamiento amenaza con expedientar a la concesionaria si no corrige en 15 días los motivos de la cancelación del servicio

El tren turístico de Granada, encajado tras derrapar en las calles del Albaicín. ABC

Leo Rama

Granada y el tren; el tren y Granada; dos conceptos que parecen abocados a no poder convivir sin contratiempos. Después de más de tres años de aislamiento ferroviario por el AVE, que no llega, el tren turístico se ha sumado a la dinámica de la polémica. Su continuidad, en este momento, no está garantizada y el asunto está aparcado por seguridad después del último accidente protagonizado por uno de estos vehículos motorizados en el barrio del Albaicín , un caso que no es aislado y contra el que la capital ha decidido actuar para minimizar los riesgos que perciben los vecinos.

El Ayuntamiento de Granada ha ordenado la cancelación de este servicio, implantado por el anterior equipo de gobierno popular y el Patronato de la Alhambra con el objetivo de conectar el monumento nazarí con el Albaicín y ofrecer así a los turistas una estampa rápida y cómoda de la ciudad. Desde su implantación hace unos cuatro años hasta ahora, este medio de transporte ha suscitados polémicas periódicas por los inconvenientes que sufren los vecinos y por los diversos accidentes que en este tiempo se han producido.

Desde sus inicios, el tren turístico ha sufrido accidentes. Granadaimedia/Calleja

La falta de seguridad detectada por los técnicos municipales, que han inspeccionado los vehículos, es el argumento empleado por el Consistorio socialista para la supresión del servicio que presta Granada City Tour y por el que se le ha exigido a la empresa concesionaria que se ajuste a los nuevos estándares fijados por el Ayuntamiento. «Hemos subido el nivel de seguridad» , aseguraba la concejal de Movilidad, Raquel Ruz, que este jueves confirmaba la imposibilidad de clausurar el servicio definitivamente por la cuantiosa indemnización que ello supondría.

Por parte de la concesionaria, una UTE liderada por el Grupo Juliá, se han comprometido a presentar toda la documentación demandada «en un par de días» , según fuentes de la propia empresa, que asegura cumplir los requisitos normativos. Con todo, si la adjudicataria no reacciona, el Ayuntamiento sopesará «responder con otro tipo de expediente».

La empresa concesionaria asegura que cumple los requisitos y pretende solventar el problema «en un par de días»

Lo que no ha aclarado la Concejalía de Movilidad es qué ocurriría en el supuesto de que la empresa no se ajustara a las exigencias del Ayuntamiento ni si tiene voluntad de encontrar a la sustituta que preste este servicio, de acuerdo con los estándares planteados. Entre tanto, una treintena de trabajadores se han visto obligados a coger unos días de vacaciones que no cuándo terminarán.

La medida es cautelar , enfatiza el Ayuntamiento. Mientras el servicio no se adecúe a las exigencias de los técnicos, el tren turístico no volverá a rodar; y si lo hace, lo hará con una modificación en su recorrido. Y aunque en principio el plazo para responder era indefinido, la concejal Ruz ha señalado que la empresa tiene 15 días para hacer efectivos los cambios pedidos , relacionados con la velocidad a la que circulan los vehículos, así como con el estado de los frenos de los mismos; «cuestiones técnicas». Desde la concesionaria se limitan a hablar de la homologación y el mantenimiento.

Rechazo vecinal

En los últimos años, el tren turístico ha sufrido diversos accidentes en el Albaicín , como recuerda la asociación vecinal del barrio: «Se ha llevado por delante bolardos, contenedores e incluso ha atropellado a algún turista», aunque por el momento no se ha producido ningún incidente con daños personales graves. Pero podría ocurrir, teme el presidente de la asociación, Antonio Jiménez: «Lo del otro día no es la primera vez que ocurre» , como también ha remarcado Movilidad.

«Más de una vez hemos visto ambulancias pitando porque no podían pasar por una calle donde estaba el trenecito, porque si va el trenecito, no cabe otro vehículo», alerta Jiménez, que también pone de ejemplo el riesgo de que se produzcan accidentes como el que tuvo lugar la pasada semana: «Si hubiera habido ahí alguna persona, el tren la mata contra la pared…».

«Lo del otro día no es la primera vez que ocurre», lamenta el presidente de la Asociación de Vecinos del Barrio del Albaicín

Aunque desde la Asociación de Vecinos del Barrio del Albaicín agradecen la predisposición de la empresa y su interés por mejorar el servicio en el barrio, sus representantes son claros: «No nos sirve, no nos beneficia en nada, solo está pensado para los turistas». «Han dejado entrar a los mayores gratuitamente, pero casi nadie se moviliza con el trenecito», como le llama Jiménez.

«El Albaicín es un barrio eminentemente peatonal y sus dos ejes principales están colapsados por vehículos para turistas», afirma: «Lo que pedimos es que el tren no pueda circular por sitios imposibles» . Por ello, al igual que la formación municipal Vamos Granada, piden la suspensión definitiva del tren turístico y que se refuercen las líneas de autobús.

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