Día de Andalucía 2019

Granada: Acelerador del futuro de la humanidad

Granada está «muy cerca» de labergar una millonaria infraestructura que será imprescindible para producir la energía limpia que se empleará en el próximo siglo

Acelerador de partículas del Laboratorio Europeo de Física Nuclear en Suiza ABC

Leo Rama

Una oportunidad sin precedentes para encontrar una nueva fuente de energía limpia, medioambientalmente sostenible e ilimitada. En el acelerador de partículas que Granada pretende albergar están puestas las esperanzas, no ya de toda una región, sino de la humanidad. Todo depende de un proyecto que ha superado las exhaustivas evaluaciones técnicas y pasaría por el yermo municipio granadino de Escúzar, a pocos kilómetros de la capital, donde las previsiones de una lluvia de millones de euros supondrían un espaldarazo definitivo para consolidar a esta provincia como referente de la ciencia y el conocimiento .

Rentabilizar e industrializar la fusión nuclear , dado que no ha podido ser explotada comercialmente hasta la fecha, es el objetivo del proyecto del que Granada podría formar parte en pocos meses y que no es nuevo. El plan vio la luz públicamente el 21 de noviembre de 1985, en una cumbre bilateral entre EEUU y la URSS. Ante los medios de comunicación, los presidentes Ronald Reagan y Mijail Gorvachov manifestaron su acuerdo para impulsar la fusión nuclear y descongelar las relaciones. La Guerra Fría había acabado. Tuvieron que pasar exactamente 21 años hasta que, el 21 de noviembre de 2006, diversos países se unieron para dar forma a una compleja idea que habrá de dar sus frutos dentro de un siglo .

Fue entonces cuando Rusia, Estados Unidos, Japón, China, Corea del Sur, India y la Unión Europea se aliaron a fin de hallar una solución al problema energético de la humanidad y construyeron al sur del Francia un edificio valorado en unos 20.000 millones de euros, pieza clave para la investigación de la extracción de energía mediante la fusión de núcleos atómicos, un proceso distinto a la fisión que actualmente se explota . El Iter de Francia es un experimento teórico. El verdadero reactor nuclear se llama Demo y para su construcción es precisa la infraestructura proyectada en Granada: el Ifmif Dones.

El Dones servirá para estudiar los materiales específicos que harán posible la explotación energética de la fusión nuclear. Esta infraestructura permitirá estudiar y conocer cuáles son los materiales adecuados, capaces de resistir las extremas condiciones que se dan en un reactor nuclear en el que haces de partículas colisionarán con una lámina de litio . El objetivo es encapsular de forma segura las reacciones de la fusión nuclear: el resultado de fundir dos núcleos atómicos para crear uno más grande, mientras que la fisión consiste en la ruptura de un núcleo de un átomo , un proceso que libera cuatro veces menos energía.

Prioridad de Europa

Tal es su importancia que el Dones es desde el pasado año uno de los proyectos prioritarios del Foro Estratégico Europeo de Infraestructuras de Investigación (Esfri), junto con LTER ( Long Term Ecosystem Research), DiSSCo (Distributed System of Scientific Collection, impulsado por 21 países), Metrofood (sobre salud y alimentación), EU Ibisba (Industrial Biotechnology Innovation and Synthetic Biology Accelerator) y EHRI (Factsheet European Holocaust Research), el único en el área de humanidades que ha ingresado en esta suerte de incubadora de grandes proyectos científicos, que proporcionará los 2 millones de euros que costará la fase preparatoria actual.

La inclusión del acelerador de partículas en la hoja de ruta del Esfri supondrá un importante y necesaria lluvia de fondos europeos. El coste total del proyecto de Granada, que un principio se dijo que ascendería a unos 400 millones de euros, rondará finalmente los 700. El impacto económico que tendrá es incalculable . Y el aval del Esfri, que de facto tiene implicaciones directas, es fundamental para asegurar la captación de inversiones y así poder competir con países como Estados Unidos, China o Japón , que es una de las opciones más sólidas.

La financiación está garantizada en un 75%: la mitad del total lo aporta España y un 25% está previsto en los próximos presupuestos de la Unión Europea. Y el 25% no preocupa en estos momentos y podría sufragarse en especie mediante acuerdos con Japón, que ya dispone de infraestructuras y también de una industria especializada y consolidada. La candidatura japonesa «es un punto que tenemos que clarificar», reconoce a este periódico Carlos Alejaldre, director técnico del proyecto, que aboga por un acuerdo con el país nipón para mantener la estrecha colaboración entre Europa y Japón, donde se está desarrollando un prototipo del acelerador Dones en el que España participa «intensamente».

« Los plazos son compatibles para que Japón ayude a Europa y después Europa ayude a Japón», expone Alejaldre, que no ve problema en que haya «dos Dones, si así se desea». «Esperamos, si todo esto llega a buen término, tener antes de 2020 la decisión de iniciar la fase de construcción», comenta el director técnico. De ser así, el acelerador estaría «a pleno rendimiento» en 2030. «Estamos muy cerca», reseña este Alejaldre, que también es miembro del Ciemat: «Hemos llegado a este punto por la gran unidad de actores a todos los niveles, eso lo han reconocido muy bien cuando hemos tenido que pasar por esos exámenes tan exhaustivos; cambian los partidos y el proyecto sigue igual».

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