La Alpujarra se rebela contra los recortes en las escuelas

La Junta inicia el protocolo de absentismo ante la huelga de alumnos y padres por la supresión de unidades educativas y la falta de profesores

Concentración frente a la delegación de Educación en Granada Ramón Pérez

Leo Rama

La Alpujarra de Granada , antaño tierra de rebeliones moriscas, sigue en pie de guerra. Ahora, se subleva contra los problemas derivados de la despoblación en las zonas rurales : la supresión de unidades escolares y la falta de profesores. Las asociaciones de madres y padres de varios municipios alpujarreños llevan casi un mes en huelga, secundada también por sus hijos ; un caso inusitado al que se están sumando más pueblos y ante el que la Junta de Andalucía , lejos de negociar mejoras, ha optado por iniciar el protocolo de absentismo.

«Nosotros ya notificamos las faltas, lo han hecho para disuadirnos. Nos parece ridículo y patético… Si quieren iniciar el protocolo de absentismo, deberían hacerlo como se hace: desde la escuela», esgrime a ABC Irene Avivaar, representante del Ampa del colegio del municipio de Torvizcón: «Primero deberían haber llamado a servicios sociales, y nosotros ya sabemos la respuesta, no nos preocupa». Pero los padres sí se muestran «molestos» con la situación: «Hemos mandado escritos y Junta no se ha puesto en contacto con nosotros para nada ; no nos atienden, no nos contestan, todo lo que sabemos es por la prensa».

Imbroda: «Los niños no pueden ser rehenes de las reivindicaciones de sus padres».

El consejero de Educación, José Imbroda , se pronunció hace unos días al respecto en una rueda de prensa: «Los niños no pueden ser rehenes de las reivindicaciones de sus padres». Pero a pesar de las amenazas de la Junta al activar el protocolo de absentismo, los padres mantienen su intención de continuar con la huelga. «No son rehenes, estamos luchando por ellos» , sostiene Irene Avivar. Por su parte, el sindicato Ustea ha advertido de que emprenderá acciones judiciales por la vía penal «ante cualquier intento de represión que pudiera darse».

Un niño sostiene una pancarta durante una manifestación en Bérchules. ABC

La huelga comenzó el pasado 17 de septiembre en los municipios de Bérchules y Torvizcón, con sus respectivas pedanías, aunque ya se han sumado otros pueblos, como Bubión, Pitres o Ugíjar. Por el momento, la movilización es «indefinida» , pero los padres reconocen que los niños no pueden estar «eternamente» en esta situación: «Esto es duro, nosotros trabajamos, tenemos que tener a los niños con nosotros en casa o en el trabajo, pero tenemos otra serie de medidas preparadas».

Problemas compartidos

Bérchules y Torvizcón disponen de sendos colegios rurales agrupado, con una escuela de cabecera y varias unidades repartidos en otros pueblos pequeños. En el caso de Torvizcón, en el CPR Guadalfeo, hasta hace pocos años, las unidades se repartían por ciclos: infantil, 1º y 2º de primaria, 3º y 4º, 5º y 6º, y 1º y 2º de la ESO. El año pasado, la Junta unificó primaria en dos únicos bloques. Y este curso, los niños de primaria han sido mezclado con los de preescolar.

« Están los niños con plastilina, saltando, llorando … con niños que tienen que aprender a sumar y leer», denuncia Irene Avivar, del CPR Guadalfeo, de Torvizcón: «Todas las maestras son buenas, tienen vocación, pero humanamente es imposible». Además, en el bloque de 2º, 3º y 4º de primaria, «la ratio es de doce niños y hay uno de más». Por si fuera poco, una de esas alumnas tiene un 83% de discapacidad reconocida y carece de maestro de apoyo.

«La Junta no nos atiende, no nos contesta, todo lo que sabemos es por la prensa»

La Junta de Andalucía se aferra a la legalidad , que permite sobrepasar en un 10% la ratio. «El 10% de doce es 1’2. ¿Cómo matriculamos 0’2 de un niño para que nos den un profesor más?», se pregunta esta madre, que insiste en que ese margen se establece por «causas sobrevenidas, por ejemplo, si a mitad de curso llega un alumno». «Nos molesta y nos parece incoherente que se apoyen en la legalidad, cuando ellos no la están cumpliendo», apunta, en referencia a la ausencia de maestro de apoyo para la niña con discapacidad.

El caso de Bérchules es similar al de Torvizcón, pero con otro problema añadido: el de la itinerancia. los profesores deben también desplazarse a los municipios de Alcútar y Jubiles. «Este año ha habido menos matrículas, con seis niños menos han quitado tres profesores y una maestra tiene que ir de un pueblo a otro para cuadrar horarios, y por ley nos corresponde un profesor que no nos están dando», lamenta Mari Luz Manzano, presidenta del Ampa del CPR Alpujarra.

«Hay momentos en los que los niños están solos», asegura, antes de mencionar otros problemas: «En una de las clases, un profesor tiene que repartir tres asignaturas diferentes en una hora… La calidad educativa va decayendo, vamos a peor ». «Queremos tener una reunión con el consejero para sentarnos y buscar una solución», sentencia Manzano. Ante la falta de respuestas, el alcalde de su pueblo, el socialista Ismael Padilla, ha pedido ya una «cita urgente» al consejero de Educación para sofocar esta nueva rebelión alpujarreña.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación