El TSJA ratifica la condena contra Francisco Martínez
El TSJA ratifica la condena contra Francisco Martínez - ARCHIVO
Desestima el recurso

El TSJA ratifica la sentencia por el brutal asesinato de la cordobesa Ana María Márquez

La que era directora del Museo de Nerja recibió 131 puñaladas de su pareja

Córdoba Actualizado: Guardar
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El TSJA acaba de comunicar que ha confirmado la pena de 24 años de prisión contra el empresario cordobés Francisco Martínez, quien mató a su compañera sentimental, la también cordobesa Ana María Márquez, que dirigía el Museo de Nerja, asestándole 131 puñaladas. Fue condenado por un delito de asesinato con la agravante de parentesco, con alevosía y ensañamiento, y otro de malos tratos habituales.

La Sala ha confirmado íntegramente la sentencia de la Audiencia de Málaga -el crimen tuvo lugar en Torrox, donde la pareja residía- y desestima el recurso presentado por el condenado. Este último solicitaba que no se apreciara ni ensañamiento ni alevosía, argumentando que «si bien el número de puñaladas infligidas a la víctima (131) y la magnitud de las heridas por la misma denotan la existencia de saña en sentido vulgar, no concurre la circunstancia de ensañamiento en su sentido jurídico por cuanto el acusado no tenía intención de causar un "lujo de males", sino que su intención era exclusivamente la de matar a la víctima».

La sentencia señala que la descripción de las heridas y las manifestaciones de los forenses sobre el modo en que debieron producirse son «muy claramente demostrativas de que el agresor no se limitó a procurar la muerte, sino que se solazó en una agresión minuciosa y prolongada que, por su mecánica y resultados denotan sin duda alguna la intención deliberada de hacer sufrir a la víctima».

Los hechos se produjeron el 8 de agosto de 2014 en la localidad malagueña de Torrox-Costa, y en la vivienda que ambos compartían. Ese día, se produjo una discusión entre la pareja, en el curso de la cual, el condenado se acercó por la espalda a la víctima, que estaba desprevenida, y le golpeó varias veces con una botella de vino en la parte posterior de la cabeza, debido a lo cual la víctima se quedó aturdida y sin posibilidad real de defenderse. Posteriormente, la apuñaló 131 veces.

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