San Basilio, 44

Entrar en el barrio de San Basilio durante el festival de Patios es trasladarse a unas calles de rejas y balcones floridos de tal belleza y frondosidad que hacen que el paseo callejero ya transcurra entre flores. Sede de la asociación «Amigos de los Patios Cordobeses», el de San Basilio, 44 es, probablemente, uno de los patios más reconocidos fuera de nuestra ciudad y su escalera central encalada, una de las imágenes más características de Córdoba. Con pozo original y dos lavaderos , también encalados, es uno de los patios más completos .

Cada año nos presenta una imagen diferente, como si él mismo adaptara su vestido para cada ocasión. Mientras vemos las rojas rosas de pitiminí escalando la barandilla desde una de las caídas de la escalera, vemos a Teo llevando y trayendo cosas, centrado en el ajetreo de estos días. Teo es el jardinero que cuida las plantas y la ornamentación de los dos patios de la asociación . Este año ha cubierto la entreplanta de flores de todos los colores, parece que son ellas las que sostienen la segunda altura que, más ligera, se adorna con alegres macetas colgantes.

Al atravesar el zaguán de acceso al patio, el gesto de admiración de los visitantes es lo habitual. Paseando por los distintos rincones no dejo de cruzarme con gente alegre que comenta despreocupada tipos de plantas y recuerdos de otros , mientras posan para incontables fotografías, de esas que antes, incluso, de terminar la visita, ya habrán llegado al terminal del amigo o del hijo, al otro lado del globo.

Mientras estoy rodeada de azuladas flores menudas , se acerca un señor ilusionado diciéndole a su mujer: «Mira, ¡mira, María! ¡Lobelias! Las que tantas veces he intentado tener en casa ». Y es cuando aprendo que esta florecilla es demasiado delicada para el fuerte viento de Levante.