El «oxidaíto» de Córdoba cumple diez años

Hace una década que se inauguró el hotel Eurostar Palace . El 15 de mayo de 2008 abrió sus puertas este establecimiento con más críticas que elogios por su material, el acero cortem, que entonces le otorgaba la apariencia de una caja oxidada. El tiempo ha tornado su anaranjado inicial en un tono más oscuro, el previsto por su arquitecto, Justo Isasi, que ha terminado por integrar el complejo hotelero en el paisaje urbano .

Este paralelepípedo modelado con una inflexión hacia la Puerta de Almodóvar, conocido como el «oxidaíto», fue el segundo cinco estrellas de la ciudad . En el verano de 2006 Prasa derribó el antiguo Meliá e inició el proceso para construir el nuevo edificio. Entonces, Carlos Ferrater presentó el denominado «Ojo del Califa», un proyecto hotelero que fue rechazada por el supuesto impacto visual de su altura.

En su lugar, Isasi proyectó, junto con Alfonso Casares, este nuevo edificio que se creó desde la idea de «transformar un edificio de siete plantas en un objeto que en principio no tiene una referencia clara de escala, ni de pisos ni de ventanas, sino que es como una pieza escultórica única. Esto se ha conseguido por el procedimiento de forrar el volumen del complejo de cristal con una piel metálica de acero cortem», apuntó en su día Isasi.

El establecimiento cuenta con un espectacular mirador en el ático, zonas ajardinadas y piscina, 143 habitaciones dobles , cinco suites junior y siete senior, además de salones de reunión y congresos con capacidad para 400 personas.

La piel de acero que arropa el complejo de cristal, conformada por unas mil chapas , está adornada con un dibujo abstracto que representa una arboleda. Así, ninguna habitación del hotel tiene ante sí el mismo esquema, por lo que los efectos de reflejos y de sol son diferentes en cada estancia.