Urbanismo

Nuevo golpe de Intervención a la Gerencia de Córdoba: Poniente Sur, un barrio plagado de deficiencias

La mala gestión de la zona arrancó con el anterior gobierno del PP y ha seguido con el cogobierno de IU y PSOE

Pisos en construcción en Poniente Sur Valerio Merino

Rafael Ruiz

El departamento municipal de Intervención ha realizado un informe muy crítico, en ocasiones hasta ácido, contra la gestión realizada por la Gerencia Municipal de Urbanismo en todo un barrio de nueva planta. En concreto, el de Poniente Sur , que aparece en los planos municipales con el nombre oficial de O-7. Es una superficie superior a los 300.000 metros cuadrados donde caben, entre otras cosas, unas 2.500 viviendas, terrenos en los que se han levantado también equipamientos como el nuevo hospital de Quirón Salud, la última gran inversión sanitaria que se ha llevado a cabo en la ciudad.

El informe realiza un reparo retrospectivo a la labor efectuada por Urbanismo desde 2012 a 2018 cuando se toman las decisiones de gestión que tienen que ver con la puesta en carga de los terrenos. En concreto, Intervención censura de forma directa que la Gerencia de Urbanismo tomó la decisión de aceptar la recepción de las obras , que es un paso clave. La recepción es el momento en el que una obra civil pasa a ser de responsabilidad pública. Cuando se trata de un barrio, es el ítem en el que los funcionarios municipales se aseguran que la obra se adapta al proyecto de urbanización aprobado. En ese momento, las calles se pueden abrir al tráfico, los parques pueden empezar a utilizarse y los bloques de viviendas pueden empezar a recibir licencia de primera ocupación (si es que se han ejecutado, a la vez, la urbanización del sector y la edificación de las viviendas)

La descripción del informe tiene una fecha relevante, el 13 de junio de 2012 , durante la anterior corporación. En un mismo día, se presentó el documento de culminación de las obras , se realizaron los informes favorables del servicio de planeamiento, se reunió al consejo rector de la Gerencia de Urbanismo, se tomó la decisión y se certificó el acuerdo oficial . Intervención se toma una licencia para la ironía: «En este caso, la agilidad de la Gerencia Municipal de Urbanismo queda fuera de toda duda».

Explica Intervención que lo que hizo Urbanismo fue una recepción provisional de la obra , una figura que, asegura, no existe en la legislación urbanística (cosa que sí ocurre en determinadas contrataciones públicas). Urbanismo accedió a la recepción de las obras condicionada a que se cumplimentasen una serie de deficiencias (muchas) que se habían hallado en las inspecciones previas. De hecho, nunca se llegó a contar con los informes preceptivos de las distintas áreas municipales que tendrían que haber dicho que todo estaba correcto. En una relación no exigente, Parques y Jardines, Alumbrado Público, Movilidad o Emacsa tendrían que haber certificado que todo estaba correcto . Intervención sostiene que las deficiencias eran de tal calado que no debería siquiera haberse abierto al público la zona.

Devolución de avales

Intervención no deja el asunto en una vieja decisión que se tomó en la anterior corporación sino que se mete en harina de ésta. Todas las juntas de compensación han de presentar un aval del 7 por ciento de las obras para garantizar que todo se hace correctamente y que se responde a daños posteriores. El problema es que la Gerencia de Urbanismo, ya en 2018, empezó a devolver los cientos de miles de euros de avales dejando una cantidad cercana a los 800.000 euros para lo último que falta por hacer, que es culminar el plan especial de recogida neumática de residuos. El problema es que la recepción provisional siempre fue provisional y condicionada expresamente a que se solventasen todos los problemas que se habían ido encontrando. Intervención explica que la ley permite realizar esta cuestión por fases de un mismo barrio que funcionen de manera autónoma. Urbanismo lo aceptó todo «faseando a posteriori». El informe llega a asegurar que todo el dinero de la Junta de Compensación (la figura que reúne a los promotores de la zona) se devolvió sin dictámenes de control necesarios. El último paso de Urbanismo, que se aprobará esta misma semana, es sustituir un aval bancario por un depósito siete años después.

Una poco de contexto puede servir para entender la situación. El O-7 es una de las grandes operaciones inmobiliarias recientes desarrolladas en Córdoba. Lo que parecía una urbanización sencilla se tropezó con la aparición de una enorme extensión de arrabal islámico y una gran superficie de tumbas de distintas épocas que acabaron, en la mayor parte de los casos, en el vertedero. El tiempo y la crisis hicieron el resto. La industria inmobiliaria presionó muy fuerte para poder comercializar las viviendas a tiempo.

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