SOLIDARIDAD

«La maleta de Luisa», equipaje para llegar lejos

La parroquia Santa Luisa de Marillac impulsa un proyecto para la promoción y recuperación de jóvenes en riesgo de exclusión

El párroco Miguel David Pozo habla con Andrea, una de las participantes en el programa de promoción V. MERINO

Rocío Linares

Cuando te ponen la maleta en la puerta significa que es el momento de partir, de ir a otro lugar. Cuando esto pasa en un centro de menores o en una casa sin recursos la pregunta es a dónde se va. Esta pregunta es la que responde « La maleta de Luisa», un programa que ha puesto en marcha la parroquia Santa Luisa de Marillac con su párroco, Miguel David Pozo , al frente.

Se trata de un programa «de recuperación y promoción» , como define el sacerdote. Recuperación para los chicos del Polígono Guadalquivir que estén perdidos y promoción para los que no encuentran oportunidades. Y es que tanto jóvenes de la periferia de Córdoba como extutelados de la Junta de Andalucía tienen un hueco en « La maleta de Luisa ». «Cuando se les pone la maleta en la puerta, nosotros la cogemos y les ayudamos a llenarla y, lo más importante, a llevarla a un lugar que les garantice un futuro», explica Pozo.

Andrea Marín es una de estas jóvenes que participa en el programa. Tiene 17 años y gracias a «La maleta de Luisa» está estudiando un ciclo formativo de técnico en Farmacia . «Es una satisfacción muy grande pensar que quiero estudiar y puedo hacerlo. En mi casa no hay economía para loslibros ni el material y ahora veo que puedo cumplir mi ilusión», relata la joven, consciente de que debe responder a esta ayuda. « Esta ayuda no va a ser por mi cara, así que yo vengo a la parroquia y colaboro para mantener el orden en las salas donde se imparte catequesis », explica Marín. Esta es la contraprestación con la que ella devuelve lo prestado. Y cada uno de los participantes aportará en la medida de lo posible.

El párroco explica que la particularidad del programa es que no quieren ser simplemente unos facilitadores de recuros, sino formar un verdadero hogar. «Se les ofrecen formación, asesoramiento y hasta vivienda , pero construimos una familia», detalla. Serán, en princpio, un total de nueve jóvenes los que comenzarán a llenar su maleta. Tres podrán vivir en el piso habilitado y los otros seis vivirán en sus casas pero siempre aportando a esta comunidad.

Se pueden aportar recursos económicos, de formación o incluso acompañamiento para este camino de ilusión

« La maleta de Luisa » toma una dimensión mayor como iniciativa de formación integral que pasa de los jóvenes a sus familias y busca la transformación del entorno. «Hablamos de uno de los barios más pobre de Europa y esto no se cambia sacando a su gente. Los barrios se cambian desde dentro», afirma Pozo que conoce bien la realidad del Polígono Guadalquivir . «Todo o nada, la vida o la muerte, una oportunidad para prosperar o caer en el tsunami de la miseria», es la elección a la que se enfrentan los jóvenesde allí, dice el sacerdote.

Andrea corrobora esto: « En este barrio hay pobreza , sí, pero eso no significa que no podamos tener oportunidades. Porque aquí también hay gente que quiere estudiar o trabajar, pero nos encontramos marginados», reclama la joven.

Este programa que acaba de ponerse en marcha está coordinado con Cáritas y la Fundación Santos Mártires que proporcionarán recursos para la formación de los jóvenes. Además, explica Miguel David, están abiertos a empresas, particulares u otras entidades que quieran patrocinar de alguna forma el futuro de estos chicos. Se puede dar dinero, matrículas de cursos o simplemente un grupo de amigos y tiempo para escuchar el viaje que quieren emprender con sus maletas llenas.

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