Rafael González - LA CERA QUE ARDE

La jaula de los bonos

Subir un 50% la entrada del zoo como una medida de la socialdemocracia para la gente

Rafael González
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EL área de marketing social y sostenible del cogobierno del Ayuntamiento de Córdoba-capital en España ha decidido aplicar una subida a la entrada o ticket para el zoológico municipal -el de la avenida Linneo, no el de Capitulares- del 50 por ciento. Esta es una subida acorde con las políticas socialdemócratas que tanto socialistas como populares han venido aplicando desde la fiesta de la democracia contemporánea que disfrutamos los españoles hace algunos años. Hubo un época joven y con chaquetas de solapas enormes en esta ciudad en la que se propuso subir 25 pesetas el autobús y casi le pegan fuego a la flota y a los munícipes: eran los tiempos de la lucha ciudadana y la vertebración vecinal recién iniciada que al final nos darían ciudadanos que ya no queman nada salvo el grupo de «whatsapp» del Ampa.

La maniobra económica viene avalada por una estrategia indiscutible: el fomento de los bonos. Si usted no puede llevar a los niños a ver los monos, se saca un bono y así la familia disfruta varias veces de los monos, la elefanta y las avutardas. El Ayuntamiento de las personas decide por las personas: si a usted solo le apetece ir una vez al año al zoo se le clava. Debe acudir todas las veces que a la señora Pernichi le salga del co-acuerdo para que la cosa salga más arregladita de precio. Así es la socialdemocracia cuando se gobierna para la gente, las personas y la clase trabajadora. ¿Por qué una instalación municipal hace eso?, se preguntará usted, señor contribuyente, dado que además estamos ante una administración pública gobernada genéticamente contra lo privado. Porque tiene que pagar cosas.

Los ayuntamientos tienen que pagar a sus empleados, a los de la Gerencia de Urbanismo y otros asuntos, como los proveedores o las modificaciones de obra de las reformas de los centros multiusos de congresos. Una modificación de obra es un misil disparado hacia la línea de flotación de cualquier economía, ya que, por ejemplo, usted ha decidido poner monocapa en la casa de la parcela y resulta que la monocapa no se ajusta a la norma ISO 9002 para parcelas sin suministro de luz y ya se le han fastidiado cuatro peroles de momento. Imagínese en un Centro de Congresos.

Así que aquí estamos nosotros, los contribuyentes, para pagar la monocapa, el enganche del agua para su cuñado y la modificación del Multicentro. A través de los impuestos directos y de los indirectos. La entrada del zoo es una manera de recaudar para pagar todo eso y además entrar a los plenos, que será recogido en el bono por si se ha quedado con ganas de ver más animales en cautividad. Pero no los ediles, como malévolamente pueda pensar -aunque haya algún pájaro o varios koalas- sino el pueblo soberano que a veces se sienta en el salón de plenos. Están en una jaula para hacer las gracias que les marquen sus elegidos. Y además pagamos por el bono.

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