Tecnocórdoba

El importante efecto llamada de Makro

El espacio empresarial se colmató de empresas relativamente rápido por la oportunidad que supuso a los empresarios

Edificio del centro de negocios de Tecnocórdoba Álvaro Carmona

J. M. C.

Principios de siglo. Poco después del «boom» industrial cordobés, tras la construcción de los polígonos de Las Quemadas, Torrecilla-Amargacena o El Granadal, todavía quedaba por cubrir una bolsa de suelo entre el PERI F-I de San Carlos, donde estaba el antiguo recinto ferial de la ciudad, y Las Quemadas en dirección a Alcolea.

Por entonces, las pequeñas y medianas empresas cordobesas, ante la imposibilidad de ubicarse en locales de barrios determinados de la ciudad, miran con ojos golosos un desarrollo urbanístico puesto en marcha por el Ayuntamiento y que se había dividido en dos: por un lado el fallido Plan Parcial I-2 «Ampliación de Las Quemadas» y por otro la zona que ahora mismo ocupa Tecnocórdoba entre la cervecera, que entonces era de El Águila, y el propio San Carlos.

Un espacio abierto de 184 hectáreas (184.000 metros cuadrados) que comenzó a llenarse con relativa rapidez , «porque estabas prácticamente en la ciudad, pero con una oferta de ocupación mucho más variopinta que en el núcleo urbano, creándose unidades de implantación bastante atractivas», explica su presidente, Fernando Villena.

El primero que acudió a la llamada de esa cercanía fue Makro Autoservicio Mayorista , cadena de Cash&Carry con sede en Madrid y participada al 100% por el grupo alemán Metro. En mayo de 2002, tras invertir 6 millones de euros, abrió un almacén allí sobre una superficie construida de 4.585 metros cuadrados , de los que 3.432 son para una sala de ventas, con un aparcamiento con capacidad para 128 vehículos y una plantilla de 50 trabajadores . «Eso sirvió de auténtico efecto llamada para otros empresarios». Pero no fue el único. Posteriormente tuvo lugar una especie de desarrollo comercial denominado El Torerito .

El Torerito

Un espacio de 22.000 metros cuadrados de superficie, con locales en régimen de alquiler desde 775 metros cuadrados y unas 600 plazas de aparcamiento en superficie y en sótano. Fue allí donde acabó instalándose Mercadona, Chinalandia , Table & Kitchen, Coctel, Brico Group o Merkal, así como otra serie de naves que también sirvieron de tirón empresarial.

Además, en 2009 el Grupo Barin impulsó el llamado centro de negocios Tecnocórdoba , con una inversión superior a los 20 millones de euros para ejecutar uno de los edificios más modernos y completos de la ciudad con 120 módulos de oficinas y 16 locales comerciales, y que, igualmente, sirvió de acicate para otros, aunque su funcionamiento ha sido muy desigual.

El resto son unidades divididas en naves pequeñas y medianas , así como unidades de desarrollo para oficinas y parte de actividad complementaria industrial, que ha tenido sus más y sus menos a lo largo de los años. Especialmente con esta última crisis «que lo dejó bastante tocado, aunque nunca dejó de funcionar, porque las empresas que se iban eran sustituidas por otras que llegaban», recuerda Villena.

Desde las más grandes, como es el caso de Emergia , con unos 1.300 trabajadores, hasta otras como la Cooperativa Farmacéutica Andaluza, que finalmente optó por marcharse de allí.

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