FERIA DE CÓRDOBA 2019
Rafael Agüera, hospital La Arruzafa: «Se estaban desnaturalizando la Feria y las cosas de Córdoba»
El gerente del centro oftalmológico fue uno de los impulsores de la asociación de Casetas Tradicionales
Rafael Agüera asistió a la misa en honor de la Virgen de la Salud porque, si de recuperar la tradición se trata, hay que empezar por la titular de la gran fiesta cordobesa de mayo. Rafael forma parte de un numeroso grupo de cordobeses que defienden las esencias y lo heredado. En esta semana atiende a los amigos en la Caseta La Reja y el resto del año es gerente del Hospital Oftalmológico La Arruzafa . Y todo ello le encanta y lo disfruta.
En la celebración de la Fuensanta casi desparece la Virgen en favor del caimán y con la Feria ocurrió lo mismo: solo se hablaba de la Feria de El Arenal y se relegó a su titular: la Virgen de La Salud.
Sí, y además, en 2005, cuando constituimos la Asociación de Casetas Tradicionales lo hicimos porque vimos que la feria estaba derivando en un «macrobotellón» y estaba perdiendo la singularidad de la Feria de Córdoba. Un botellón te lo encuentras en Burgos, en Soria o en Albacete y si vienes a la Feria de aquí es porque quieres encontrar su esencia, no un botellón, con mujeres y hombres ataviados con trajes típicos , donde se comen platos especiales de nuestra tierra y se beben vinos de Córdoba. Y con el nombre original estaba pasando lo mismo. Luchamos desde entonces por frenar esa deriva, que las casetas respondieran a una reglamentación ornamental y que no fueran solo naves con un disc-jockey .
«Luchamos por que las casetas respondieran a una reglamentación y no fueran naves con disc-jockey»
Pero defender el origen mariano de su denominación ¿les ha supuesto que algún vigilante de la laicidad haya puesto el grito en el cielo?
En ese sentido nadie ha dicho nada.
Es que son muy sensibles y se molestan enseguida…
A todos los actos que se han hecho desde la Asociación de Caballeros y Damas de la Virgen de la Salud han ido políticos de todos los partidos, de todo signo. Hasta Marcelino Ferrero era el primero en venir.
Usted viene al trabajo con traje y corbata y se mete en la feria de la misma guisa. ¿Tiene de verdad la sensación de disfrutar de la fiesta?
Muchísimo. Aunque el traje físicamente es el mismo, mentalmente es otro y de lo que se trata es de pasarlo bien con los amigos, la familia, y desconectar del día a día. No me llevo los problemas a la Feria .
Una clínica, La Arruzafa, referencia y de las más importantes de España.
La verdad es que sí. Llevamos ya 26 años. En el año 93 empezamos 8 personas y hoy somos ya 117 empleados. Creo que somos, en efecto, un referente nacional en el campo de la oftalmología. Aquí vienen pacientes de toda Andalucía y de toda España. Tenemos unos profesionales de primer nivel y vienen buscándolos a ellos y al modelo de hospital oftalmológico exclusivo que hemos puesto en marcha. El éxito, de todas maneras, es del grupo humano que forma el hospital y no sólo el médico, sino todos.
Cuando comenzó la Asociación de Casetas Tradicionales se les acusaba de querer convertir la feria en algo elitista.
Y eso fue muy molesto, porque nuestro propósito era y es hacer un bien para Córdoba, porque repito, se estaban desnaturalizando la Feria y las tradiciones, las cosas típicas de nuestra ciudad. El Arenal y las casetas estaban además muy poco cuidadas. Nuestro nuevo proyecto, aprobado por el Ayuntamiento, se centra en el recinto, que fue «provisional» hace 26 años, y en el que hay que mejorar saneamientos, pavimentación, sombra, electricidad… todo lo que requiere una microciudad como la que se monta durante 10 días.
