Cultura bloquea la reforma del Palacio Episcopal de Córdoba e impide alterar los usos

El mismo proceder que en la polémica de la segunda puerta de la Mezquita-Catedral. Un escrito en el momento idóneo y el freno en seco. Hace cuatro meses que técnicos de la Gerencia de Urbanismo, la Consejería de Cultura y el Obispado de Córdoba junto al Cabildo cerraron un acuerdo sobre la reforma del Palacio Episcopal. Tras la aparición de importantes restos arqueológicos a mediados de 2014 en el lado este del patio de carruajes de la sede diocesana, la Iglesia se puso manos a la obra para conciliar todos los intereses.

Los primeros, integrar la huella tardorromana, visigoda y califal de un edificio que resume la historia de la ciudad en el ambicioso proyecto de mejora del inmueble que auspicia.

Las claves: el traslado de las taquillas de la Mezquita-Catedral, la mejora de las dependencias del Museo Diocesano, la creación de un centro de interpretación y el adecentamiento del patio para la estancia de turistas y visitantes. La solución pasaba por crear un nuevo edificio de cinco metros de altura, transparente y retranqueado, como nudo de flujos y caparazón para salvaguardar los vestigios.

Mayor inversión

Las partes implicadas se emplazaban a la vuelta de las vacaciones para que la Comisión Provincial de Patrimonio diera sus bendiciones a un proyecto que encarecía la inversión de la Iglesia pero recuperaba un inmueble histórico y daba cumplimiento al mandato de la propia Consejería de Cultura de finales de 2014 sobre la necesidad de sacar del Patio de los Naranjos las taquillas y puestos destinados a las audioguías por una cuestión de impacto. Sin embargo, de la primera sesión prevista por la Comisión de Patrimonio en los primeros días de octubre se cayó del orden del día a última hora por decisión del delegado provincial Francisco Alcalde.

La inquietud empezó a sobrevolar en el ambiente. Y eso que el episodio de la segunda puerta e Icomos, con su informe «in extremis» acogido por Cultura para revisar el proyecto, había tocado a su fin. Las partes quedaban emplazadas a este jueves en una nueva sesión del órgano consultivo técnico que examina todas las iniciativas tocantes al patrimonio de la ciudad y la provincia. De nuevo Alcalde sacó del orden del día el proyecto de reforma del inmueble.

Apenas una semana antes, la plataforma laica Mezquita-Catedral de Todos volvía a la carga y dirigía a la Junta un escrito en el que pedía que se bloqueara el traslado de las taquillas del monumento. Tildaba el proyecto y el nuevo centro de interpretación como una «manipulación» del Obispado para «adoctrinar a los visitantes y engrosar el número de entradas a sus centros confesionales».

Una «interpretación confesional y un relato parcial». Según ha podido confirmar ABC de fuentes oficiales, Cultura ha atendido a las primeras de cambio un escrito que ni es preceptivo ni vinculante, pero lo ha elevado a la categoría de determinante. Francisco Alcalde trasladó hace unos días al Obispado y el Cabildo la necesidad de redactar un informe como garantía y compromiso de que el proyecto de reforma ni altera ni distorsiona usos que puedan chocar con la simbología y el relato histórico de la Mezquita-Catedral.

Y ello, según las informaciones recavadas por este periódico, pese a que el propio informe técnico que se iba a poner sobre la mesa de la Comisión de Patrimonio daba de nuevo su visto bueno a toda la operación. La Junta ha sido aún más tajante: sin ese informe justificativo, no desbloqueará el asunto que por dos ocasiones ha sacado del orden día de la citada comisión. Un jarro de agua fría nuevamente para los entes eclesiásticos.

Puesto en contacto ABC con Alcalde, no dio detalles. «En la Comisión Provincial de Patrimonio no figuraba como punto del orden del día ningún asunto relacionado con las obras del Palacio Episcopal. Se ha pedido al Obispado de Córdoba un documento sobre uno de los detalles de este ambicioso proyecto. Espero que la próxima sesión pueda pronunciarse sobre el proyecto».