Fachadas del Palacio Episcopal de Córdoba
Fachadas del Palacio Episcopal de Córdoba - VALERIO MERINO
PATRIMONIO

Consenso para la reforma final del Palacio Episcopal de Córdoba

Junta, Ayuntamiento y Obispado pactan los términos técnicos que dan vía libre al centro de intepretación de la Mezquita

Córdoba Actualizado: Guardar
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Tras más de año y medio de conversaciones entre la Gerencia de Urbanismo, la Consejería de Cultura y el Obispado de Córdoba (de la mano del Cabildo Catedralicio), la reforma final del Palacio Episcopal, concentrada en el Patio de Carruajes y las galerías que unen los dos cuerpos edificatorios entre la calle Torrijos y Amador de los Ríos, ha encontrado el consenso de las partes implicadas en un proyecto que reforzará aún más los activos patrimoniales y turísticos de Córdoba.

Desde que a mediados de 2014 aparecieran restos arqueológicos de alto valor en este punto de la sede oficial de la prelatura cordobesa, el trabajo incial para rehabilitar la estancia abierta y sus galerías al objeto de desplegar allí, sobre todo, los bienes artísticos del Museo Diocesano.

Esta iniciativa patrimonial ha ido caminando con dificultades e incógnitas sujetas a la trascendencia e integración de unos vestigios que, de entrada, revisan la configuración del corazón histórico de la ciudad.

Según ha podido confirmar ABC de fuentes oficiales, a finales de julio pasado, tanto los técnicos de la Gerencia de Urbanismos como los de la Delegación Territorial de Cultura en Córdoba que venían trabajando con los del Obispado y el Cabildo, alcanzaron un principio de acuerdo sobre la propuesta que en unas semanas será analizada por la Comisión Provincial de Cultura.

La licencia de obra, que ya fue aprobada en su día por el Ayuntamiento a finales de 2014, cobraría de nuevo vigor tras sortearse este hallazgo arqueológico que, a la par, cobrará absoluta importancia en el diseño final de la reforma del viejo palacio ideado por Fray Diego de Mardones.

Edificio «transparante»

A falta de algunos flecos secundarios por cerrar y a que los miembros de esa comisión puedan añadir alguna prescripción, de menor calado, al traje arquitectónico presentado, el consenso alcanzado tiene varios efectos de notable importancia.

El primero, la construcción de un volumen de unos 5,5 metros de altura en la crujía con torre de la calle Torrijos, en el Patio de Carruajes, que ayudará a integrar, exhibir y explicar los vestigios de muralla del Alcázar califal hallados, e incluso restos de época tardorromana y visigoda en la ciudad.

Este edificio ha sido concebido como un contenedor transparente en su visión de dentro hacia fuera y viceversa que también enlazará el cuerpo septentrional del Palacio Episcopal con el meridional. Contempla, además, una cubierta acristalada a rasante para observar los descubrimientos subterráneos.

La fisonomía del edificio será retranqueada y permitirá repescar la posibilidad de acceder a la cubierta de esa crujía, donde se establecería una azotea-mirador de la zona en el plan inicial. En la hechura de esta planta nueva ha estado en parte la clave de la demora sobre la inclusión de los restos, ya que los técnicos de la Junta y el Ayuntamiento han sido exigentes a la hora de valorar la solución para la imagen del edificio, catalogado como monumento.

Pero además, este visto bueno de la Comisión Provincial de Cultura y la reanudación de las obras iniciadas en el exterior en 2013, supone un espaldarazo para el Centro de Interpretación de la Mezquita-Catedral, una idea en la que el Cabildo viene trabajando desde hace años y que cambiará el concepto de la visita al principal templo y monumento de Córdoba.

El visitante arrancará su paso por esta parte de la sede episcopal, ya que se alojarán allí las nuevas taquillas y un aula explicativa del sentido y significado del monumento y el principal templo de la Diócesis, que al año recibe cerca de 1,7 millones de visitas y no para de aumentarlas cada año que pasa.

Estos nuevos usos se van a repartir por el ala en forma de «ele» que discurre desde el torreón sur de la calle Torrijos hasta la linde del Palacio Episcopal con la Biblioteca Provincial, propiedad de la Junta de Andalucía, en la calle Amador de los Ríos.

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