TRIBUNALES

¿Cómo será el régimen de semilibertad de Rafael Gómez tras el tercer grado?

No volverá a pisar la cárcel y podría dormir en casa todos los días si acepta llevar una pulsera

Rafael Sánchez en sus oficinas de Arenal 2000 en una entrevista con ABC Valerio Merino

F. J. Poyato

A Rafael Gómez Sánchez «Sandokán» (Córdoba, 1944) no se le va a olvidar el 4 de diciembre de 2017. No por repetir hasta la saciedad que nunca se vería entre rejas porque era un hombre inocente frente a los delitos fiscales de los que se le acusaba -alegó que no sabía ni lo que era el IRPF-, cumplió su deseo y entró por el arco de metales de la prisión de Alcolea aquella fría mañana arropado por su familia.

Han pasado casi quince meses y Gómez empieza a ver la luz. Fue condenado a cinco años y tres meses de prisión por fraude fiscal a la Hacienda Pública con dos de sus sociedades en 2006. En concreto, 29 millones de euros no declarados al fisco. La multa por su responsabilidad civil asciende a 112 millones de euros. Ni su edad (camino de los 75 años) , ni otras circunstancias familiares alegadas sirvieron para que eludiera el presidio.

Ingresó en el módulo de Enfermería , donde ha permanecido hasta que el juez de Vigilancia Penitenciaria le concedido el tercer grado. Allí ha convivido con reos enfermos y su estancia no ha sido un bálsamo, por aquello de evitar el patio común donde cualquier preso pudiera originar algún incidente dada su popularidad. Ahora, la primera consecuencia de una decisión lograda por su abogada, es que Sandokán ya no volverá a pisar la cárcel y entra en un régimen de semilibertad.

CIS de Las Quemadas

Fuentes judiciales consultadas por ABC explican los pasos a seguir en esta nueva etapa que se ha visto muy determinada por su estado de salud (parece que delicado) , por su comportamiento, su condición de jubilado que evita poder reincidir en sus prácticas fraudulentas y otras circunstancias familiares.

La Junta de Tratamiento de la prisión de Córdoba realizará una entrevista a Rafael Gómez para valorar estas circunstancias que ha requerido su defensora y ha aceptado el juez. Tras este análisis fijará el régimen de vida que seguirá a partir de ahora y que le lleva al Centro de Inserción Social de Las Quemadas donde podrá pernoctar o tan sólo acudir unas horas para seguir los tallares de solidaridad y reeducación que ha seguido entre rejas.

A Gómez se le abren dos caminos que dependerán siempre de su caso particular y de lo que vaya dictaminando la Junta de Tratamiento. Por un lado, estaría en la obligación de pasar ocho horas diarias entre lunes y viernes en este centro donde hay otros reclusos en su misma situación. Lo más lógico es que durmiera allí y saliera cada mañana a estar con su familia y hacer una vida más normal. Los fines de semana sí tendría la opción de estar en casa sin tener que volver a dormir allí. Lo que busca este régimen y centro es facilitar una mayor integración del condenado.

La otra opción pasa por que Rafael Gómez acepte la colocación de un dispositivo de vigilancia (una pulsera) que sólo le obligaría a ir unas horas al CIS de las Quemadas para seguir sus talleres. Podría dormir todos los días en casa y hacer vida normal . Incluso si esa Junta de Tratamiento así lo dispusiera, podría viajar. «No hay reglas fijas» en este sentido, comentan las fuentes consultadas. Todo este nuevo ritmo de vida se mantendría hasta que le fuera concedida la libertad condicional.

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