SALUD

Casi 90.000 personas son alérgicas en Córdoba y menos del 7 por ciento se vacunan

El Hospital Reina Sofía advierte de que el problema puede ser grave y no debe abordarse de forma sintomática en primavera

Un facultativo realiza las pruebas de la alergia a una paciente ARCHIVO

Irene Contreras

De las casi 90.000 personas que sufren alergias respiratorias en la provincia de Córdoba, apenas un siete por ciento recibe inmunoterapia ( vacunación ) para tratarse de su problema. Esa es la estimación que hace la directora de la Unidad de Gestión Clínica de Inmunología y Alergia del Hospital Reina Sofía, Carmen Moreno, que deja claro que el problema de las alergias no es algo puntual que deba abordarse en primavera con una medicación paliativa y sintomática , sino que puede diagnosticarse y tratarse a lo largo de todo el año.

Moreno aclara que buena parte de los alérgicos no van a necesitar otra cosa que una medicación puntual, pero la importancia del diagnóstico y el seguimiento reside en que una alergia común puede derivar en un problema grave y sin vuelta atrás. «No hay que esperar a tener una enfermedad grave. Hay un punto crítico en el que es demasiado tarde para la inmunoterapia, por lo tanto hay que elegir el momento, pasar por el especialista y ponerse en sus manos», explica la responsable del Reina Sofía.

Cada vez más, la alergia al polen deriva en reacciones frente a alimentos vegetales como la fruta

De esas 90.000 personas, el 80 por ciento son alérgicos al olivo y un 60 por ciento a las gramíneas , con o sin el olivo asociado. El cambio climático y las floraciones extemporáneas derivadas del mismo están cambiando el escenario alérgico en todo el mundo, y también en Córdoba, donde se producen picos alérgicos a lo largo del año. «La primavera polínica cada vez nos coge más por sorpresa. Ahora hay síntomas de los alérgicos a las gramíneas en septiembre», una fecha que no es la tradicional. «El tratamiento debe llegar antes de que los síntomas lleguen de forma explosiva», advierte.

Esta Unidad de Gestión Clínica detecta un paciente-tipo: adolescente o adulto joven, cada vez más infantil, que desarrollan un problema alérgico en primavera a partir de un cuadro de molestias de ojos y nariz . Una parte de esta población, advierte Moreno, acabará desarrollando asma , que puede llegar a ser grave y requerir ingresos hospitalarios. Además, «hay un perfil que está emergiendo de forma llamativa, y es el que como consecuencia de una alergia al polen evolucionada empieza a tener reacciones alérgicas frente a alimentos vegetales ». Pueden ser molestias leves, como picor en la lengua cuando se come fruta. Sin embargo, es importante acudir a los expertos para evitar llegar a reacciones generalizadas de importancia mayor. « No se debe banalizar una alergia al polen por leve que parezca», afirma Moreno.

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